lunes, 23 de diciembre de 2013

Carta a Santa Claus

Querido Santa

Este año he decidido volver a escribirte una carta. Ha pasado mucho tiempo desde la última que te mandé, ¿Te acuerdas?, cuando la autopista y el balón. Sin embargo, a pesar de los años, estoy seguro de que nuestra relación está mejor que nunca.

A mis hijos les he hablado mucho de ti. Saben que vives en el Polo Norte y que viajas en trineo, y que los “Santa” que vemos en las tiendas, sólo son señores disfrazados.

No sabes como te quieren, con cuánta ansia te esperan y la ilusión que les hace saber que vendrás. ¿Los has visto?, dejándote leche y galletas cuando vas a venir por las cartas que hicieron para ti.

Te cuento que a la mayor, le intrigaba un poco saber por dónde entrarías a la casa; ya que no tenemos chimenea, pero se tranquilizó cuando le dije que por tratarse de ti, esa noche dejaría el cancel del patio sin seguro.

Gracias, Santa, por tus visitas siempre a tiempo. Gracias también por comerte las galletas y la leche que con tanto cariño dejamos para ti. (He sugerido a mis hijos que por una ocasión te dejemos tequila y cacahuates, pero siempre me dicen que no es propio, yo seguiré insistiendo seguro de que te gustarán).

Gracias también por la vez que pasaste por la casa y dejaste que yo te viera, tu paso oportuno por el cielo, sirvió para que mis hijos recordaran que siempre estás atento y que deben portarse bien.

En fin, querido Santa, gracias por traer desde el Polo Norte, tanta alegría hasta nuestro hogar. Te recuerdo que esta navidad; como cada año, toda la familia te estaremos esperando. Pues así como mis niños ansían tu llegada, yo también espero todo un año para ver sus caritas de sorpresa cuando descubren lo que les has traído. En verdad que su emoción, es algo único.

Ojalá que esta Navidad y por siempre, tu magia llegue a todas las casas, para que aun los que han dejado de creer, vuelvan a creer en ti, y otra vez como cuando éramos niños, tu ilusión nos envuelva a todos.

Son los profundos deseos de tu mejor cómplice en la tierra.
Papá.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

FIL Guadalajara 2013

FIL GUADALAJARA
     Eran las 10 am cuando llegamos a la Feria Internacional del Libro (FIL) en la Expo Guadalajara. Viajamos en familia más de 200 km para estar ahí. A esa hora la cantidad de gente era todavía moderada; entre los pasillos de la exposición todavía se alcanzaba a ver la alfombra del piso.

Rondábamos por los corredores entre miles de volúmenes, y nos deteníamos donde considerábamos que había libros apropiados para nuestros hijos.

La FIL es un todo un acontecimiento  para unos, una trivialidad para otros, e incluso una molestia para unos cuantos más;  por los conflictos viales que provoca en sus alrededores. Cada quién le da a este evento, la dimensión en la medida de su propio interés.

A mi me gusta la FIL, y  me interesa despertar en mis hijos el amor por este tipo de exposiciones, por la lectura, por la cultura, por la historia y por el arte en general. La FIL, lo junta todo, y convoca a miles de personas que comparten esta misma pasión. Me hace muy feliz ver a mis hijos emocionados ante una portada que llama su atención. Sé que en el proceso de la paternidad soy susceptible a cometer muchos errores, pero también sé que si logro inculcarles el gusto por la lectura y el amor por el conocimiento, les habré heredado algo útil y valioso que podrá compensar otras faltas.

Caminamos hasta que se fue haciendo tarde, y el recinto se llenó de gente. Ya era difícil seguir viendo la alfombra en los pasillos. Las ofertas de última hora comenzaron a aparecer y aprovechamos para hacer las últimas adquisiciones. Rendidos de tanto caminar, y con la mochila llena de tomos, nos fuimos acercando a la salida. Tenía la esperanza de encontrarme al escritor Juan Villoro, para decirle cuánto admiro su forma de escribir. No lo conseguí.

Cuando supe que Villoro sería el homenajeado con el premio nacional de periodismo cultural “Fernando Benítez” en el marco de la feria, me alegré por el reconocimiento al trabajo de un escritor que tanto he disfrutado.

Lo primero que leí de Villoro fue “El Libro Salvaje” una entretenida novela que forma parte de la colección “18 para los 18”.  Tanto me cautivó, que cuando terminé de leerla, fui a la librería del fondo de cultura económica en Guadalajara y compré todos los ejemplares existentes con el ánimo de regalarlos. No quería que ningún lector se perdiera esta obra.

Cuando salimos del recinto, la fila para la taquilla  abarcaba toda la cuadra. Salimos contentos, llenos de libros y llenos de alegría. Así salgo cada año... por eso me gusta volver.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El Mármol Rosa (El alma de las cosas)

Este es un proyecto llamado "El Alma de las Cosas" breves textos sobre algunos objetos que conservo con especial valor sentimental. 

El Mármol Rosa
En mi casa hay un pedazo de mármol rosa. No es una piedra cualquiera, es un pedazo de piedra que por años formó parte de la basílica de San Pedro en el Vaticano.
Cuando mi esposa y yo hicimos nuestro viaje de luna de miel, viajamos por algunas ciudades europeas, entre ellas fuimos al Vaticano.  Entramos a la Basílica de San Pedro y la recorrimos a saciedad. Admiramos las obras de arte que atesora el recinto, bajamos a las catacumbas y subimos hasta la cúpula. Caminamos las tres naves y admiramos el enorme baldaquino erigido en el centro de la basílica, encima del lugar donde descansan los restos del apóstol Pedro.
Paseando por el interior y arrobados por la belleza y majestuosidad del templo, vimos como un niño jugueteaba junto a una de las enormes columnas de la nave central y con la punta de su pie  golpeaba una parte del piso de la basílica donde el mármol estaba estrellado,  con tal suerte, que un fragmento del mármol rosa del piso saltó de la superficie donde llevaba al menos cinco siglos, y fue a dar exactamente a los pies de mi esposa.
No hubo que dar explicaciones a nadie, recogimos el fragmento y me lo eché en el bolsillo de mi pantalón, un fragmento de la basílica de San Pedro ahora me pertenecía y nadie me lo iba a quitar. Realmente nadie hizo el intento de quitármelo puesto que nadie se percató del acto, con excepción del niño, quien apenado por la travesura,  en ese momento guardó silencio, cosa que profundamente le agradezco.

El trozo de mármol extraído seguramente de una cantera italiana y que por siglos fue parte del templo más emblemático de la cristiandad, ahora descansa en mi domicilio, en mi familia lo conservamos como un recuerdo de nuestra luna de miel, y como un tesoro por el contenido histórico que encierra. 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Texto para “Sabineros”, sólo coleccionistas… de buenas historias.

Texto para “Sabineros”,  sólo coleccionistas… de buenas historias.
Se apagaron las luces y el público jubiloso gritó de la emoción. Cuando Sabina apareció en el escenario la gente lo ovacionó de pie mientras algunos le gritaban “Bravo, Poeta”, “Bravo, Maestro”. Todos reconocimos con aplausos y una sonrisa, al hombre del sombrero, al hombre del traje gris,  a quien ha escrito y contado historias que muchos quisimos haber vivido.
Ahí estábamos todos. Todos con él y él con todas sus historias, que desde hace tiempo son también historias nuestras.  Apenas se podía creer, pero ahí estábamos todos junto a  la Magdalena y los peces de la ciudad, junto a la rubia platino, y a todas las chicas que sueñan con ser una chica Almodóvar,   junto a cientos de rosas con espinas y a una tal calle Melancolía.
No lo creerán quienes duden de la fantasía, pero  hasta Chabela Vargas estuvo ahí, y todos fuimos y venimos  por su Boulevard de Sueños Rotos, mientras Joaquín nos contaba lo que Chabela le dijo un día: - Joaquín, tú y yo somos iguales en dos cosas: Siempre hemos sido muy borrachos, y siempre hemos sido muy mujeriegos.
También entre los presentes estaba el enamorado (detrás de nosotros) que no dejaba de decirle a su novia: - escucha esa letra que está fregona…. (y luego se la cantaba al oído).  También estaban las chicas a mi lado, que no sé a que fueron porque no dejaron de hablar en todo el concierto, y por último, la chica borracha en el otro costado, que no dejó de cantar, o más bien de gritar cada canción.  Eso si, un par de cosas me dejó muy claras: Que efectivamente se sabía todas las canciones y que ella también quería ser una chica Almodóvar (yo al verla de perfil, con ese modelito de nariz estilo Cyrano de Bergerac, pensé: - no te falta mucho, chula).
Yo hubiera preferido escuchar más a Sabina y menos a la vecina, pero como no se puede ser afortunado en todo, me conformé escuchando lo que podía. El concierto transcurría normalmente  y  justo cuando entró en escena la tortuga y el tipo que no fue a ninguna parte…saltó al escenario la chica que intentó robarle un beso al artista y casi lo tumba de la silla: - Me gustan los amores desenfrenados, - Le dijo Joaquín - pero por favor, dejadme cantar… 
Como lo dije antes lo repito ahora, en la cita del viernes pasado cupimos todos, estuvimos todos, también los que cuentan los días hasta el 19  y las noches hasta el 500 sin poder olvidar lo inolvidable, y estaban también los 7 crisantemos, y el gato sin dueño,  y el mes de abril, y por supuesto,  la chica de las medias negras y los que esperan a la orilla de la chimenea.
La noche fue cayendo con toda su negrura y el tiempo fue pasando, y claro, nos dieron las 10 y las 11 y las 12… pero a nadie nos importó el desvelo, pues todos estábamos con él y por él.
Aunque a decir verdad, estábamos todos menos uno. Quizá nadie lo echó de menos, pero faltaba el sol, pues se metió a la cuna del mar a roncar…  y todos pensamos: -  Bueno, peor para él.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El Papa va a hacer encuestas

Hoy me enteré que el Papa Francisco  va a hacer encuestas a nivel mundial para conocer la opinión de cardenales, clérigos y feligreses sobre distintos temas que generan polémica entre la sociedad, sobre todo entre la sociedad católica. Temas  como: los nuevos conceptos de familia, el matrimonio después del divorcio, las parejas entre personas del mismo sexo y el uso de anticonceptivos.
¿Para qué le interesa conocer eso al Papa?, ¿En qué estará pensando?, ¿Acaso está planeando una revolución de la iglesia católica?, ¿Qué información posee, que lo lleve a pensar en hacer una encuesta masiva?,  ¿Acaso la Iglesia también se puede democratizar?
El Papa Francisco me agrada. Me gustan los detalles de sencillez que han marcado su papado. Me gustan los mensajes que circulan en su nombre. Particularmente me gusta el acercamiento que está teniendo con la gente en sus audiencias y recorridos.
Considero que a la iglesia le hacía falta un Papa así, sencillo, que se viera más humano que divino. Que no necesitara usar los zapatos Prada color rojo como los de Doroty en El Mago de Oz. Que no tenga empacho en manejar su vehículo o romper un protocolo. Que reconozca que hacen falta más santos de a pie que de altares.
Aplaudo lo revolucionario que está resultando ser; para asombro de todos, con sus iniciativas. Aplaudo que se interese por conocer lo que opina el hombre del siglo XXI, sobre la prohibición del uso de anticonceptivos artificiales dictada por otro Papa hace 45 años, y me gusta que esté consciente de que el mundo ha cambiado más en los últimos 30 años que en los 300 años anteriores.
Aplaudo que reconozca que el modelo de familia convencional, no es, ni ha sido el único modelo de familia en el mundo. Y me gusta que la misericordia de Dios y con más razón la de sus representantes se abra a escuchar otras formas de convivencia distintas, donde caben personas divorciadas, hijos que nacen fuera de un matrimonio o parejas formadas por personas del mismo sexo.
La iglesia y su alta cúpula episcopal tendrá que revisar sus intereses y tomar una decisiones al respecto.  Ya que aunque Dios siempre ha sido el mismo, la iglesia; formada por hombres, no. La iglesia a lo largo de los años se ha transformado y se ha ido adaptando en base a las necesidades de cada época. Ahora sólo les queda decidir si se mantienen firmes en sus preceptos  o si abren la puerta que por años han mantenido cerrada a una realidad que es visible en las sociedades del siglo XXI.
¿Será que el Papa quiere tomar el pulso a los feligreses antes de tomar su propia decisión?  ¿Estará buscando adeptos para informar una decisión ya tomada o estará más bien  preocupado por el fondo del asunto? ¿Está acaso haciendo un estudio de mercado o un “focus group”?  Esperemos a conocer el estudio y sus resultados.  ¿Qué van a arrojar las encuestas? Pues eso dependerá de a quién le hagan las preguntas.
¿Cómo va a reaccionar el Vaticano cuando se hayan hecho las encuestas? Creo que eso, solo Dios lo sabe.

jueves, 24 de octubre de 2013

La Pasión no es Suficiente

La Pasión no es suficiente
“Somos la profunda pasión que nos inspira…” así comienza un proverbio, y como todos los proverbios, este también encierra mucho de verdad.   Invisible si, pero insensible jamás. La pasión se siente,  no nos pasa inadvertida, nos enciende, nos rebosa de vitalidad, nos hace crecer el pecho y nos impulsa. La pasión nos pone a prueba, nos hace pasar de un estado constante al cual llamamos personalidad, a otro que muchas veces se encuentra aletargado y llamamos carácter. Es ahí donde el entorno nos pone a prueba,  donde comenzamos a distinguir entre lo que generalmente somos o hacemos y lo que eventualmente somos capaces de hacer.
Sin embargo, la pasión no debe trabajar sola. Cuando lo hace, resulta tan peligrosa como un caballo desbocado y tan inútil como un fanático exacerbado por sus ideas. Para que la planta de la pasión florezca y fructifique, requiere estar regada con una buena dosis de conocimiento y disciplina.
Con frecuencia se habla del trinomio “querer, saber y poder” algo sencillo de comprender, pero muy complejo de llevar a la práctica. Tres conceptos que trabajan mejor juntos que separados, y que tienen una fuerte relación con la pasión (querer), con el conocimiento (saber) y con la disciplina (poder).
Recientemente terminé de leer un libro de H. Murakami, intitulado “¿De qué hablo cuando hablo de correr?” en él nos comparte su sentir y su pensar sobre la disciplina que implica ser un corredor de fondo, y cómo combina esta actividad con la profesión de novelista.  Está claro que para alcanzar el éxito que tiene, querer y solamente querer, no ha sido  suficiente.
Murakami, cuenta cómo a pesar  de la experiencia y el entrenamiento constante, hay veces que no tiene ganas de salir a correr. Sin embargo, en esos momentos de flaqueza, la disciplina entra en acción. Murakami, se calza los tenis, muy a su pesar,  y sale a correr.
Carlos Fuentes decía, que la hora de la verdad para un escritor llega en el momento que se tiene que sentar ante su escritorio y escribir palabra por palabra, los libros que nadie puede escribir por él. Eso también es disciplina.
Las historias de éxito, generalmente son historias llenas de pasión, pero detrás de esa pasión, está algo que a simple vista no se ve, el conocimiento,  el estudio, las prácticas, y los ensayos una y otra vez hasta dominar la materia, y a la par, una fuerte carga de disciplina que mantiene firme en su propósito a quien se decide lograr algo especial, y que lo lleva a hacer lo que debe hacer, aunque por momento no lo quiera.

Cuando apreciamos la obra de un artista o el resultado de un atleta, es fácil caer en el error de pensar que todo es obra de su talento y de su pasión, se nos olvida, por ejemplo,  que detrás de la potente y afinada voz de un tenor, hay conocimientos técnicos y muchas horas de ensayo. Detrás de una pintura o una escultura, hay conocimientos sobre proporción, escala y teoría de la forma y el color, y seguramente muchas obras no expuestas en ninguna galería. Detrás de aquella pelea de box, o de aquella competencia de velocidad, hay jornadas completas durante meses en un gimnasio o en un estadio. Detrás de una bailarina que es  capaz de levantar su pie por encima de su cabeza mientras muestra una sonrisa, hay horas en la barra de ensayos haciendo estiramientos y repeticiones. Y en los negocios; detrás de aquella negociación brillante, hay capacitación, entrenamiento y seguramente muchas negociaciones perdidas.
Es fácil sentir pasión por lo que nos gusta, por lo mismo es probable que todos sintamos pasión por aquello que nos mueve, pero el conocimiento y la disciplina eso solo muy pocos lo pueden conseguir. Claro, como escribió Jaime Sabines, “Yo no lo se de cierto, pero supongo…”

miércoles, 16 de octubre de 2013

De las Etimologías al Twitter

De las Etimologías al  Twitter
Debo reconocer que el gusto por la literatura lo agarré cuando ya estaba grandecito. Algún  tiempo me sentí apenado por no haberme  hecho amigo de los libros a más temprana edad. Con los años me pude sobreponer a este sentimiento. Finalmente entendí que por muy temprano que hubiera empezado, no hay vida suficiente para alcanzar a leer todo lo que uno quisiera.
Ahora no me preocupo por leer mucho, sino por leer mejor. Me seduce el correcto uso del lenguaje. Me quito el sombrero ante “La Dichosa Palabra”.
A partir de que descubrí este programa de televisión (el único que veo en tele abierta) encontré que los sábados podían ser todavía más dichosos de lo que ya eran. Si usted (como lector), no sabe a qué me refiero, lo invito a sintonizar el canal 22 de México los sábados a las 20:00hrs (tiempo del centro) para que descubra de qué le estoy hablando.
Cuatro personas amigablemente conversan sobre el origen de las palabras y de las expresiones del idioma castellano, cuatro conocedores que charlan de literatura y de sus exponentes, cuatro divulgadores del correcto uso del lenguaje que predican con el ejemplo, y lo más importante, cuatro anfitriones que con su estilo coloquial, hacen sentir al televidente como si ocupara una silla más en aquella dichosa mesa.
La espontaneidad del formato, la naturalidad con la que se abordan los temas, las dichosas preguntas del público, las enriquecedoras respuestas de los panelistas y por supuesto “La dichosa palabra”; aquella de la cual conocemos su significado pero desconocemos su nombre, todo se conjuga para dar forma a un concierto a cuatro voces, para deleite del oído y del buen gusto.
No se piense por favor, que se trata de un programa exclusivo para intelectuales y engolados puristas del idioma español. En “La Dichosa Palabra” se habla con frescura y conocimiento a la vez. No se sorprenda de los contrastes que puede presenciar, pues así como se hacen referencias de culturas ancestrales, o se citan a filósofos y literatos clásicos, también se mandan mensajes por Twitter y Facebook, o se cuentan anécdotas y hasta bromas relacionadas con el tema que se aborda.
Aplaudo la claridad de Laura, la certeza de Pablo, la agudeza en tanto ingenio de Eduardo y la profundidad de Germán.  Me seducen sus comentarios y la interacción que logran como equipo.  Considero que contribuyen notablemente en algo que mucha falta le hace a nuestro país, promover la lectura y en consecuencia, elevar el nivel cultural de su gente. Aplaudo a la producción de este programa, merece junto con sus conductores el reconocimiento público por los más de 300 programas transmitidos. Gracias por seguir al aire y por contribuir con su trabajo a que nuestros sábados sean más dichosos.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Que bueno que no soy crítico de cine.


Que bueno que no soy crítico de cine.

Fui a ver la película “No se aceptan devoluciones” y me encontré con una historia que me tocó el corazón. Quizá la historia, quizá el momento, quizá la paternidad que experimento desde hace 8 años…leí recientemente que la paternidad es el único grado en el que primero tienes el título y después aprendes a ejercer. Quizá todo, quizá nada, para mi fue una extraordinaria película.
De haber sido crítico, hubiera salido mentando madres, que si por que la historia es un refrito de otra historia, que si porque el protagonista está sobre actuado, que si porque la fotografía es esto o aquello, que si es una película de televisa, que si los migrantes, que si la discriminación, que si la música, la secuencia, y  la carabina de Ambrosio.
De verdad que qué bueno es no saber nada de cine.  Uno se sienta cómodamente en su butaca y se deja llevar.  Y no es que uno sea un vertedero que se traga todo. No, lo que sucede es que uno escoge cómo quiere vivir cada momento. Llegué al cine con una expectativa alta, y eso es un gran riesgo, porque tiene uno la tentación de la soberbia,  - Déjame ver si la película me merece.  Por suerte, me pude sobreponer a la tentación apenas comenzó el filme.
Con el protagonista, tengo un problema, no lo puedo dejar de ver como el comediante que siempre ha sido, pero si él se atreve a hacer cosas nuevas, yo me atrevo a verlas. La película “La Misma Luna” me pareció extraordinaria y ahora que exhibe “No se aceptan devoluciones”  no me queda más que reconocer que la película me divirtió bastante y me conmovió lo suficiente para poder recomendarla.  Derbez acuñó hace tiempo, una frase memorable (al menos para mí) “Creo en lo que creo”. Esa es parte de la genialidad de los artistas y por eso lo reconozco como un gran creador. Algunas veces, los personajes son más fuertes que el mismo actor, pero también contra eso tuve que luchar y entonces acepté y compré al “nuevo personaje” como uno más y me dejé llevar.
Pocas películas me han conmovido tanto como ésta.  Y creo que por lo mismo, no entiendo la reacción de mucha gente que en las redes sociales trata de boicotear la película contando el final, ¿Qué pretenden? ¿Estropearle la experiencia a otra persona?, o ¿Es tanta la envidia hacia la película, (por el éxito taquillero) que promueven su boicoteo? Claro que los conocedores dirán que el final es totalmente predecible y hasta cursi y que no se boicotea nada al develar la trama. Quizá, yo no se nada de cine, pero tengo el suficiente sentido común y la prudencia como para saber respetar la obra de alguien más y saber respetar al público que no la ha visto para que la disfrute tal como es.
La cinta que está en boca de muchos por su éxito taquillero. La fui a ver sin ánimo de crítica, sin pretender que la película me debiera convencer, sin espíritu de juez severo, no fui a ver si era digna de mí. Al contrario, fui a gozar de una película que está siendo bien recibida en taquilla y no muy bien recibida por la crítica especializada.
“No se aceptan devoluciones” es una película que cuenta una historia entrañable y tierna y esos temas también son parte de la vida. Por encima de todo, me da mucho gusto que esta cinta esté liderada por un mexicano que ha luchado por hacerse un lugar en el mundo del cine más allá de las fronteras y que hoy con orgullo puede decir que lo ha logrado. Que si es más o menos que este o aquel, a mí no me importa. Que si merece algún premio de la academia, me tiene sin cuidado. Yo aplaudo que un mexicano tenga éxito y sea ejemplo de tenacidad  e inspiración para muchos más. 
¡Bravo!, Eugenio.

miércoles, 2 de octubre de 2013

No están locos, son Arquitectos.

No están locos, son Arquitectos.
Lo que sucede es que su principal herramienta de trabajo es la imaginación. (Como los músicos, los pintores,  los escritores y los artistas en general) De ahí se deriva todo lo demás.
Por supuesto que el conocimiento es importante pero no protagónico.
Los arquitectos saben mucho, es cierto, pero a diferencia de los científicos, ingenieros,  médicos o abogados cuyo conocimiento suele ser abrumador, los arquitectos saben mucho de temas que los demás creen saber,  por eso todo el mundo les discute. Sin embargo, recomendamos tener cuidado al discutir con alguno de ellos, pues el arquitecto es un artista, y puede fingir estar de acuerdo con usted, asentir con la cabeza a sus argumentos, incluso  mantener la  cara de interés y al mismo tiempo estar pensando: ¡Qué pendejo eres!
Sin embargo los arquitectos  también ignoran muchas cosas,  por eso deben recurrir a la imaginación  y saben que a veces, las mejores ideas surgen en los momentos más inesperados. Por eso les encantan estos momentos y los suelen buscar en el silencio de la noche, en el humo de un cigarro, en el fondo de una taza de café, o en una conversación con amigos extraños, incluso más extraños que ellos.  
Para muchas personas, el sueño es simplemente una rutina reparadora, para los arquitectos no. El sueño es la oportunidad de explorar el inconsciente,  el sueño puede ser el puente entre el problema y la solución que la mente consciente no ha sido capaz de construir. Por si no lo sabía, los arquitectos sueñan a colores y en 3D. Así que piénselo dos veces antes de despertar a un arquitecto, puede interrumpir la obra maestra de un artista.
En los momentos críticos,  un arquitecto sometido a un estímulo puede abstenerse de decir algo, pero jamás podrá abstenerse de pensarlo,  por eso algunas veces se ríen solos.
Sin embargo en un estado de relajación, los arquitectos siempre tendrán  la capacidad de abstraerse hacia la nada, a un espacio que sólo ellos conocen, donde la mente puede descansar sin pensar  y el corazón puede reposar sin sentir.  Así que no se sorprenda ni se enoje si  al cuestionar a un arquitecto  ¿en qué piensas? Obtiene por  respuesta: “En nada”.   No hay dolo, ni significa que no le quiera decir, significa que está ante una persona que  puede dejar de pensar (incluso con los ojos abiertos) y seguir respirando como cualquier mortal.
Los arquitectos aman las papelerías y las tiendas de artículos de arte, su deseo creador va cien pasos adelante de su verdadera capacidad creadora. Y ¿Sabe por qué? Porque los arquitectos están acostumbrados a trabajan con cosas que no existen. Por eso siempre tienen a la mano algún objeto punzo-rayante (llámese pluma, lápiz o similar) y papel, mucho papel de diferentes formatos y colores, y grandes, de tamaño suficiente porque la claustrofobia gráfica los ahoga.
Los Arquitectos, crean, diseñan, inventan, para alimentar su espíritu libre, pero también analizan, estudian, calculan, toman decisiones, y sobre todo, cuidan los detalles.  No se preocupe si se topa con un arquitecto y lo encuentra ensimismado. Puede estar en  la búsqueda de algún concepto o en la creación misma del concepto que no encontró. 

Con afecto y admiración a todos mis colegas. 

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Dónde quedó "El Respeto al Derecho Ajeno"?

El grito de independencia 2013
¿Alguien sabe dónde quedó “El Respeto al Derecho Ajeno”?
Cuando aprendí la frase estaba en primero de primaria, reconozco que tardé en comprenderla. Con los años me he dado cuenta de que algunos de nuestros gobernantes todavía no la comprenden, o lo que es peor, no les merece el menor respeto y con sus acciones dejan ver que no les importa.
El zócalo de la Cd. De México, ocupado durante casi un mes por líderes y miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que protestaban exigiendo sus derechos, fungió como dormitorio de miles de personas. El corazón de nuestro país fue convertido en un tianguis, en un dormitorio, en una vergüenza para quienes sentimos algo de respeto por nuestras instituciones y por los bellos edificios que conforman el primer cuadro del centro histórico de México. Si embargo, y aunque me duela decirlo, estaban haciendo valer su derecho a manifestarse y ahí en el zócalo, es donde menos daño hacían. Pero durante este tiempo los manifestantes también marcharon por las calles y afectaron a miles de ciudadanos, perjudicaron negocios y trabajadores al por mayor, dañaron edificios y monumentos que forman parte de nuestra historia y por si esto fuera poco, en más de una ocasión bloquearon el aeropuerto internacional y se hicieron dueños de la cámara de diputados. En otras palabras no tuvieron el más mínimo “Respeto al derecho ajeno”. Mientras todo esto sucedía la autoridad fingía demencia, (quizá no fingía).
El 13 de septiembre, a dos días de que el Presidente de la República debía dar el grito de independencia, el zócalo fue desalojado por la fuerza. Con esta acción a mí me queda clara una sola cosa: Los manifestantes pueden dañar a la ciudad y a la ciudadanía hasta el nivel que gusten, la autoridad no los molestará.  Pero como ya llegó el momento en que  el Señor Presidente tiene que salir al balcón, entonces es momento de usar toda la fuerza del estado. Sus prioridades están muy claras, Señor Presidente, sus actos dejan ver que lo único que le interesa es lo que refleja su espejo. 
Por favor no salga ningún político a declarar que el desalojo del zócalo se hizo porque “El Grito” y el desfile militar son una fiesta del pueblo. Nada de eso, lo que es del pueblo es el derecho a transitar por las calles libremente, el derecho a llegar a su trabajo y a sus compromisos sin que una turba obstruya las calles, el derecho a abordar un avión a tiempo sin que nadie interfiera en su camino al aeropuerto, el derecho a la conservación de sus edificios y monumentos públicos… A mi me parece que la ceremonia de “El Grito” era una fiesta del Presidente y sus amigos, que les urgía verlo en el balcón del palacio, tañendo la campaña y ondeando la bandera, quizá no consideraron que a los ojos de muchos mexicanos, (muchos más de los que ese día ocupaban la plaza) nuestra bandera al Señor Presidente, le queda grande.
¿De qué sirven tantas imágenes de Juárez en los edificios de gobierno si nadie sabe dónde quedó “El Respeto al Derecho Ajeno”?



miércoles, 11 de septiembre de 2013

Señores Legisladores:

Señores Legisladores:
Yo también soy Mexicano. Pero aclaro que no me siento representado por ustedes. Por el contrario, me siento víctima de un gobierno que pretende cobrarme impuestos por mandar a mis hijos a un colegio privado. ¿Qué conflicto tienen con eso, si al hacerlo soy un problema menos para el estado?
Tampoco me identifico con un gobierno que pretende gravar con más impuestos a los que ganan más. ¿Acaso quienes trabajamos no podemos aspirar a tener un desarrollo profesional y con ello una mejor calidad de vida? ¿Es acaso un impuesto al progreso personal y profesional?
Los problemas de México se pueden resolver, eso está claro,  pero también se pueden maquillar, y ustedes conocen bien la diferencia. La educación y el empleo son los dos pilares en los que se cimenta el progreso de cualquier persona. Sin una educación de calidad y un empleo digno y bien remunerado, difícilmente alguien puede alcanzar su desarrollo personal. Lo mismo le pasa a un país cuando no tiene calidad en la educación ni promueve la generación de empleos, está condenado al subdesarrollo económico.
No intenten confundir a una sociedad que cada día está mejor informada y es más participativa, no intenten comprar la conciencia de la gente haciéndole creer que el gobierno en turno resolverá los problemas de los más necesitados. No insulten la inteligencia de los mexicanos con discursos populistas y demagógicos. Hablen con la verdad. Tengan el valor de decir lo que piensan. Reaccionen como individuos, dignifiquen su papel como legisladores.
México necesita líderes que sepan distinguir entre aquello que beneficia al país, y aquello que lo perjudica. Distinguir lo que nos hace progresar como nación, de lo que nos ancla o nos regresa al pasado. Necesitamos líderes que actúen congruentemente, estimulando lo que nos hace bien y señalando lo que nos hace mal para que se persiga y se castigue.
Somos muchos los mexicanos que cada día trabajamos para tener una mejor calidad de vida para nosotros y nuestras familias, que queremos crecer como personas para juntos crecer como nación. Pero también hay muchos otros mexicanos que necesitan apoyo, que no tienen una buena educación ni un buen trabajo. La educación de calidad, la productividad, la rentabilidad, la generación de empleo, y el trabajo bien remunerado requieren ser estimulados, no gravados. Si lo que faltan son recursos, graven el consumo, no la renta, asuman el riesgo arreglando el problema desde la raíz, hagan que paguen los que no pagan en vez de hacer que paguemos más los que siempre pagamos.

Somos muchos los mexicanos que estamos dispuestos a dar nuestro mejor esfuerzo cada día por el bien de nuestro país, no se excluyan, cada quien escogió su camino en esta vida y ustedes escogieron ser legisladores, hagan ustedes lo propio recordando el legado del  Gral. Coss. “Debemos ayudar al que está caído, pero nunca tumbando al que está parado.” 

domingo, 1 de septiembre de 2013

El que tenga tienda, que la atienda.

Si mi Facebook fuera un centro comercial, cada amigo representaría una tienda y cada muro, su respectivo escaparate.  
Hay tiendas que permanecen abiertas las 24 horas del día. Los veo y pienso: ¿A qué hora descansan? ¿Tendrán clientes a toda hora? ¿Es solamente espíritu de competencia? ¿No tendrán otra cosa qué hacer?, o ¿No tendrán más a dónde ir?
Hay otras tiendas que sólo abren en horarios especiales o que sólo se pueden ver los fines de semana, cada quién atiende a su clientela a su gusto y modo.
Hay tiendas divertidas y dinámicas, que procuro no perderme. Hay otras aburridas y muchas descuidadas. Algunas que no han actualizado su escaparate desde el verano pasado y otras donde hasta se vislumbran telarañas.
Hay tiendas de deportes y campismo, sólo experiencias de alto impacto para gente muy activa. También hay tiendas de arte donde igual puedes ver una pintura, una escultura, leer un  poema o escuchar una canción. Ahora tengo el mejor estadio o la mejor sala de conciertos al alcance de mi mano.
Hay tiendas donde sólo se abordan temas religiosos. Hay otras donde son un poco más genéricas y exhiben temas espirituales. Y hay muchas que hambrientas de visitantes tratan de seducir utilizando  temas de autoayuda y superación personal, lo que sea, con tal de tener mercado.
También existen los escaparates obscenos, que sólo saben ofrecer vulgaridades y donde uno  puede llegar a sentirse incómodo.  Y contrastantemente hay aparadores con  imágenes de familias o grupos de amigos que se ven felices disfrutando del cariño los suyos.
Hay por supuesto, escaparates presuntuosos y arrogantes donde prefiero pasar de largo. Y otros sencillos y honestos que muestran su agradecimiento con la vida y que nos dan ejemplo de humildad y de discreción.
Es común encontrar también vitrinas que parecen consultorios y ofrecen terapias de temas varios. Estos escaparates se han convertido en palestras desde donde los propietarios lanzan sus mensajes, discursos, consejos y recomendaciones en forma periódica a quien las quiera recibir.
Y también existe quien lleva el escaparate hasta la trastienda, allá donde se colocan las cosas que no aportan ningún valor.

Facebook es un lugar de encuentro entre personas, que me ha ayudado a conocer mejor a quienes creía conocer. Aquí  uno tiene la libertad de diseñar su propio escaparate y exhibirlo. Sin embargo, esa libertad intrínsecamente nos condena a corroborar lo que Lincoln, decía: “Puedes engañar a algunos siempre, puedes engañar a todos a veces, pero no puedes engañar a todos siempre” Los escaparates empiezan y terminan siendo un reflejo de quien está detrás de ellos.   

martes, 5 de marzo de 2013

Saber llevar la edad

Saber llevar la edad
Cuando le pregunté su edad, me contestó que cuántos le calculaba.
- ¿Yo qué se?
No pretendía resolver un acertijo, lo único que quería era saber su edad.

Acto seguido pensé - Su cerebro no ha madurado a la misma velocidad que su cuerpo ha envejecido. – Pero tampoco se lo dije.

Hay gente que no saber llevar su edad. Nunca están satisfechos con la edad que tienen: Cuando tienen 15 quieren tener 21, cuando tienen 30 quieren tener 24, cuando tienen 40 quieren tener 32. Para esta gente siempre hay un desfase entre la edad real y la edad ideal.

¿Será que cuando tuvieron esa edad; que ahora anhelan, no la aprovecharon por estar pensando en lo que hubieran podido hacer si tuvieran 10 años menos?
¿Será que cuando tuvieron aquella edad, no tuvieron el valor para hacer lo que ahora si se atreven?

Envejecer no es pecado ni es delito, es una consecuencia natural, es el precio de estar vivo y además una condición universalmente democrática, pues el tiempo avanza al mismo ritmo para todos.

Envejecer es un mérito, un triunfo a la vida, una victoria que se gana cada día.
- Yo tengo 30 años con veinte de experiencia - dijo el cincuentón.
- Yo tengo 39 pero me veo como de 28 – dijo la cuarentona.
- ¿Tu cuántos me calculas?... (¿A quién le importa?)
- Pues yo voy a cumplir 42 - ¿Otra vez? - Le preguntaron sus amigas.
-Yo tengo 85 y no me quito ninguno porque todos me han costado, y cada uno me ha marcado. La vida me ha enseñado a valorar, no solo cada año, sino cada día.

Los años nos enseñan a ver la vida bajo otra perspectiva. (Daniel Colombo, lo narra más o menos así)
- ¿Cuántos años tiene usted? – le preguntó una joven a una anciana.
- No lo se- contestó.
- ¿No sabe cuántos años tiene?, ¿Acaso no sabe cuándo nació? – se sorprendió la joven.
- Por supuesto que lo sé – contestó la anciana – Sé cuándo nací y por lo tanto cuántos años he vivido, pero usted preguntó que cuántos años tengo, y los años que he vivido ya no los tengo, ya los gasté, los únicos que tengo son los que me quedan hasta el día de mi muerte, y esos no se cuántos sean. Acaso ¿usted sabe cuántos tiene?

Procuremos la vida cumpliendo muchos años, sin confundirlos con cumplir un año muchas veces.

Total, si la edad hay que llevarla puesta, más vale saberla llevar tal como es.
Bienvenidos mis 39