domingo, 1 de agosto de 2021

Lo que aprendí de Chucho Ramírez


Durante la convención de Equipos Técnicos que se llevó a cabo en León, Gto. En octubre de 2018, tuvimos una conferencia impartida por el ex director técnico de la selección nacional sub 17; Jesús “Chucho” Ramírez. Muchos conceptos y aprendizaje sacamos de dicha ponencia, dentro de los cuales destaco los siguientes:
El Jugador profesional de futbol, debe tener 4 tipos de entrenamiento para el desarrollo pleno de sus facultades:
1.- Entrenamiento Físico: Los futbolistas profesional, ante todo, deben ser atletas, y por lo tanto tener la condición física necesaria para soportar entrenamientos o partidos de más de 2 horas continuas sin disminuir su rendimiento. Además deben ser conscientes de lo importante que es su cuerpo a la hora de desempeñar su trabajo, lo cual exige disciplina y hábitos saludables, así como abstenerse de todo lo que vaya en detrimento de su salud, como fumar, tomar, inyectarse o inhalar sustancias nocivas.
2.- Entrenamiento Técnico: Un buen futbolista, debe saber mover el balón, saber recibirlo y controlarlo tanto si viene por aire o a nivel de cancha, debe saber llevarlo, burlar al contrincante y saber pasarlo a un compañero, también sabe diferentes formas de pegarle y conseguir diferentes efectos con él. Un buen futbolista, debe saber qué hacer con el balón en cualquier momento del partido y en cualquier lugar de la cancha.
3.- Entrenamiento Táctico: El buen jugador, está consciente de lo que le toca hacer a la hora de jugar, conoce el territorio y su campo de acción, un buen futbolista, tiene claro lo que los demás esperan de él y lo hace. Sabe colocarse de forma estratégica y sabe dónde están colocados sus compañeros. Sabe qué puede esperar de sus compañeros y qué esperan ellos de él.
4.- Entrenamiento Mental: Los profesionales del futbol, saben manejar el éxito y la derrota, saben concentrarse en el juego, sin dejarse influenciar por la multitud que les grita, los abuchea o les aplaude en un estadio. Saben cómo manejar la fama, a los medios de comunicación y a sus fans. Un buen futbolista se entrena para ganar, sabe que el triunfo depende de lo que logren hacer como equipo y es consciente de que el trabajo por separado de cada uno, jamás será tan valioso como lo que logren hacer juntos.
Esto lo aprendimos de quien fuera director técnico de la selección nacional sub 17 y los llevara a ganar el mundial en 2005.
Pero el aprendizaje no se queda ahí. Lo más relevante de aquella enseñanza, es que cualquiera de nosotros, en el ámbito profesional, debemos reconocer que necesitamos los mismos 4 tipos de entrenamiento adaptados a nuestra profesión y trabajo.
1.- Entrenamiento Físico: Cuidar nuestra salud tanto física como mental, alimentarnos bien y estar al pendiente de nuestro cuerpo son responsabilidades que todos debemos asumir. Una dieta balanceada, una razonable dosis de ejercicio en función de nuestra edad y nuestros chequeos médicos periódicos, son una excelente forma de comenzar. De igual manera, erradicar malos hábitos que atentan contra la salud o ponen en riesgo nuestro desarrollo físico o mental.
2.- Entrenamiento Técnico: Educación constante es lo menos que debemos hacer. Ya no es suficiente tener una licenciatura o un posgrado, la vida laboral y la cultura globalizada nos obliga a mantenernos actualizados diariamente, tenemos que aprender no sólo el hábito de aprender, sino también el de desaprender lo que ya no nos sirve y el de reaprender aquello que se crea o evoluciona siguiendo nuevas tendencias o nuevas formas de hacer las cosas. La preparación es algo que nunca debe terminar. Aquel que se considere producto terminado o que ya no tiene nada nuevo qué aprender, habrá llegado al límite de su desarrollo.
3.- Entrenamiento Táctico: Toda organización funciona como una cadena formada por eslabones, donde a cada uno le toca hacer su parte. Y nadie puede ni debe hacer el trabajo de otro. Un equipo eficiente es aquel donde cada uno hace lo que le corresponde. Así yo sé lo que puedo esperar de los demás, pero también los demás saben lo que pueden esperar de mí. La táctica, nos enseña a cada uno a conocer nuestro territorio, nuestra área de influencia y también nuestros límites.
4.- Entrenamiento Mental: Para nadie es un secreto que el mundo laboral actual puede llegar a ser estresante a un nivel dañino, las presiones y el constante espíritu competitivo nos hacen estar en permanente lucha; en el mejor de los casos contra nosotros mismos, y de manera simultánea contra los demás. Prepararse mentalmente para sobrellevar un trabajo sin que ello te desestabilice tu vida personal, se ha vuelto un desafío. El equilibrio entre la vida personal y laboral es algo que se tiene que aprender pues de lo contrario será fácil que nuestro cuerpo termine por pagar las consecuencias. De igual forma la presión, la ansiedad, la separación de asuntos personales y laborales, la envidia, el éxito y el fracaso, son emociones de todos los días que debemos aprender a manejar y no permitir que nos manejan a su antojo.