domingo, 29 de abril de 2018

Los espero el domingo 6 a las 6 de la tarde, en la FeNaL 2018

¿Que tal, amigos?
El próximo domingo 6 de mayo a las 6:00pm estaré impartiendo un Recital de Poesía en la Feria Nacional del Libro (FeNaL 2018) en Poliforum, León, Guanajuato.
Están todos invitados, ahí los espero.
Entrada Libre.

El Cuaderno de Manuel  https://www.facebook.com/elcuadernodemanuel/

domingo, 22 de abril de 2018

Previo al Debate, Mensaje al Próximo Presidente de México. (Texto político tres de cinco)


Próximo Presidente de México.

Prometo escuchar su mensaje durante el debate.

Espero ver un debate de altura, y no un espectáculo como si la palestra fuera una arena de boxeo, o un Reality Show.

Espero escuchar un mensaje serio, realista y profesional, no un discurso populista que ofenda la inteligencia, la lógica y el sentido común de los mexicanos.

Espero escucharle hablar con estricto apego a la verdad, no con mentiras, manipulación de datos, ni medias verdades.

Espero que lo que debiera ser un debate de propuestas, no se torne un circo vergonzoso de ataques personales, como los que penosamente hemos presenciado otras veces entre candidatos o dirigentes de partido.  

Espero escuchar por qué considera que puede gobernar este país mejor que sus adversarios, exaltando las virtudes de sus propuestas, y no las deficiencias de sus contrincantes.  

Enséñenos que usted y su equipo de trabajo son la mejor opción para México, y no que sus contrincantes son peores. Eso nos corresponderá a nosotros deducirlo.

Los mexicanos aspiramos a tener un país donde se pueda vivir en paz y con gobernabilidad. Donde se pueda viajar de forma segura entre nuestros pueblos y ciudades por caminos y carreteras.

Donde tengamos libertad de ideología y de expresión, donde la gente no sea amedrentada, perseguida o asesinada por decir lo que piensa.

Aspiramos a tener un país donde la educación y el trabajo sean nuestra mejor defensa ante la pobreza y la desigualdad.

Donde se combata la corrupción, la impunidad y el compadrazgo pues son cánceres que nos están matando como sociedad.

Dignifiquen su labor política, empezando por dignificarse como personas. Los mexicanos no queremos gobernantes pobres, ni mal pagados, sino gobernantes dignos de sus cargos.

Usted gobernará uno de los mejores países del mundo, gánense la lealtad del pueblo mexicano, queremos sentirnos orgullosos de nuestros gobernantes, ayúdenos haciendo lo que le corresponde.

El Cuaderno de Manuel  https://www.facebook.com/elcuadernodemanuel/

domingo, 1 de abril de 2018

Una Noche de Copas, Una Noche Loca…

Título más ochentero no pude haber escogido. Todo comenzó cuando nuestros dos hijos se fueron a dormir a la casa de unos amigos… la ocasión estaba como para planear una noche de copas mi esposa y yo. Salimos de casa como a las nueve de la noche, planeando ir a un restaurante en el centro de la ciudad previamente recomendado. Llegamos y antes de bajarnos del auto preguntamos al valet si todavía había lugares; puesto que no habíamos reservado. Después de confirmarnos, entramos y nos recibió una hostess con falsa sonrisa preguntándonos que si teníamos reservación.
- No – le contesté.
- Es que ahorita no tengo lugar - me dijo torciendo la boca como si el problema fuera mío - si gustan los puedo pasar mientras a la barra en lo que se desocupa una mesa.
Respiro hondo, suspiro y digo:
- De acuerdo…
La de la falsa sonrisa se gira para que la sigamos y en cuanto ve la barra vuelve a girar y nos dice…
- ¿Qué cree?, la barra también está llena.
- ¿Y entonces? – pregunto tratando de comprender su pena.
- Si gustan pueden esperar en el bar que tenemos anexo, y ahorita les llamo en cuanto se desocupe una mesa.
- ¿Tardará mucho?
- No creo, además allá también les podemos servir prácticamente de todo.
Entramos en el dichoso bar, y nos dirigimos a la barra para tomar nuestros lugares. A pesar de que la luz era tenue y el volumen de la música alto, inmediatamente percibí que casi toda la clientela era como 10 años más joven que nosotros, – no importa - me dije a mi mismo – esto durará sólo mientras nos asignan mesa.
Luego el cantinero (que ahora se hace llamar “Mixólogo”) amablemente se acercó a ofrecernos su amplia gama de coctelería. Yo para empezar con el ruidazo no le oía casi nada, así que comenzó a desesperarse y optó por acercarnos un menú con la descripción de todas las pociones.
Creo que dijo que nos daría un tiempo para que lo viéramos con calma y luego volvería para tomar la orden. No sé ni para qué nos lo dejó, si en aquella penumbra no se veía nada. Me hubiera encantado traer una lámpara y una lupa.
Estaba a punto de pedir una cerveza cuando el “Mixoloco” encendió fuego a un brebaje entre azul y naranja, al tiempo que le espolvoreaba canela y ralladura de limón – Yo no me voy a tomar eso, ni nada que se le parezca – pensé, mejor pido una copa de tinto, total mientras nos asignan mesa…
- ¿Ya se decidió,"Don"? ¿Qué coctel va a querer que le prepare?
- Mejor dame dos copas de tinto, por favor. (y déjate de mamadas) - Me hubiera encantado decirle, pero no lo hice.
- Tiene que comprar la botella completa, no vendemos tinto por copeo, sólo en el restaurante…
Con esa respuesta ya me sentía como Don Teofilitio a punto de soltar bastonazos.
¿Para qué les sigo contando?, la gota que derramó el vaso fue cuando le volvimos a preguntar a la hostess que cuánto tiempo tardarían en asignarnos mesa, a lo que contestó, con su clásica boca torcida que como mínimo una hora más… - Pobrecita - pensé - porque la cara la tiene, pero la jeta la pone - (pero tampoco se lo dije…).
Finalmente preferimos salirnos y lo hicimos, a decir verdad un tanto decepcionados, pero con ánimo suficiente para ir en busca de otro lugar…
Llegamos por recomendación de otro amigo a un nuevo sitio. Y haciendo gala del dicho que dice que “No se aprende de las experiencias vividas, sino de las asimiladas”, volví a regarla. Ya ven que el hombre es el único animal que tropieza 2 veces con la misma piedra, pues en menos de 2 horas lo hice de nuevo…
- Perdone - Le volví a preguntar al valet - ¿Aquí es bar o restaurante? - Porque ya para esa hora traía suficiente hambre.
- Pues hay comida y bebida, si es lo que quiere.
- No se diga más…
El primer signo de desconfianza lo tuve cuando cruzamos la puerta y veo que los cadeneros son menores que yo y nos dejan pasar sin necesidad de revisión alguna. Yo no sé si fue exceso de respeto o la seguridad de que no representábamos ningún peligro.
- Pásele, Señor.
Mi esposa y yo nada más nos volteamos a ver.
Apenas cruzamos una cortina negra que fungía como umbral y nos envolvió la música electrónica, - ¿Qué fregados es esto? - me preguntaba mientras ajustaba mis pupilas a la nueva luz, y en eso estaba cuando un mesero nos preguntó que qué queríamos tomar.
- ¿Y si primero nos asignas una mesa? – le sugerí como queriéndole enseñar su oficio.
- Aquí no tenemos mesas, Señor.
- ¿Qué?, ¿Y en la planta alta?
- Allá menos, es “El Antro”
Nos tomamos una cerveza más por trámite, que por gusto, y tratando de entender que el error nuevamente había sido mío, porque el amigo que con tan buena intención me recomendó aquel lugar, debe tener a lo menos 10 años menos que yo, ahora lo entiendo todo. Al final decidimos; como decía Chespirito “tomarlo por el lado amable”.
Para estas alturas ya habíamos perdido casi 2 horas de la noche, había pagado 2 valet parking y no habíamos consumido nada decente.
Salimos de ahí y seguimos buscando. Terminamos la noche donde la debimos haber empezado, en “La Bodeguita del Medio” reconocida franquicia con sabor cubano, tradicional por su buena música y su buena cocina, tomamos mojitos, comimos desde plátanos machos rellenos, hasta cascos de guayaba, pasando por camarones con verduras y moros con cristianos exquisitamente sazonados, ¿o sería el hambre?
Celebro que en mi ciudad haya uno de estos restaurantes y que su atención sea tan buena. Mi esposa y yo nos divertimos y pasamos un rato extraordinario. Sin temor a recomendarlo, estoy seguro de que volveremos.

Poema Corto

Poema corto,
Tan corto apenas, cual final de un verso.
Que sea una carga menos en el equipaje de cualquier viajero.
Que no les robe espacio, ni en lo más profundo de su pensamiento.
Que viaje libre, a paso ligero.
O mejor aún, que se lo lleve el viento.