domingo, 24 de junio de 2018

Un aplauso al INE...


El sábado 23 de junio por la tarde recibí mi tercera y última capacitación por parte del INE para ser funcionario de casilla, habiéndome designado el instituto como “Primer Secretario”;  para mayor precisión.

Para mí ha sido una agradable sorpresa recibir y conocer la cantidad y calidad de materiales que se emplean para capacitar a quienes vamos a participar como funcionarios.  Desde mediados de mayo; es decir, mes y medio antes del día de la elección, recibí mi nombramiento junto con el manual del funcionario de casilla y un cuaderno de ejercicios para practicar y despejar dudas sobre  todo el proceso de la votación, desde la instalación de la casilla hasta la clausura, pasando por el llenado de actas y el conteo de votos.

Durante este tiempo, he tenido 3 sesiones de capacitación, (una personal y 2 en grupo) que además de brindarnos el sustento teórico, consisten en realizar simulacros de la instalación de la casilla, el conteo de boletas previo a la elección,  la recepción de electores, la votación, el escrutinio y conteo de votos, el llenado de documentos,  la publicación de resultados y el  armado y  entrega de paquetes ante la dependencia correspondiente (INE para votación federal e IEEG para la votación local). 

Quienes participamos, hemos aprendido detalles importantes del proceso y despejado  innumerables dudas y mitos sobre la jornada electoral.

Lo único que me resta decir es que admiro la labor que está haciendo el INE junto con sus miles de capacitadores a lo largo del territorio nacional. Ignoro como sea en otras latitudes, pero al menos aquí (León, Gto.) estoy sorprendido de la entrega y disposición de los capacitadores, porque la jornada se realice de forma pacífica, con absoluta transparencia, y sin errores.

Por lo anterior, recomiendo a quienes tenemos nuestra credencial para votar, acudir a ejercer nuestro derecho, y a ser parte de este gran ejercicio ciudadano. Un país como el nuestro, necesita buenos ciudadanos que sean ejemplo de civismo y participación.  

Sigamos las instrucciones del INE, no nos dejemos engañar por videos, memes y spots que sólo pretenden confundir a la ciudadanía infundiendo miedos y dudas. Acudamos a la casilla que nos toca y marquemos nuestro voto por el candidato que sea de nuestra preferencia, dejemos de lado la paranoia de que nuestro voto será vulnerado.  Dejemos de reenviar mensajes con información que no nos consta, lejos de hacer un bien, sólo fomentamos la confusión y la desconfianza entre la ciudadanía. Piénsenlo, es mejor no reenviar  nada que propagar mentiras.  

Ejerzamos nuestro voto y no hagamos complicado algo que en esencia es muy sencillo. Ir y votar.

Si te parece importante, compártelo.




domingo, 17 de junio de 2018

Mi voto no es secreto… (Quinto y último de los textos políticos alusivos a las Elecciones)


No conozco a ningún candidato a la presidencia de la república. Digo que no los conozco, porque verlos en los medios y escucharlos en campaña, no es conocerlos de verdad.  Los veo, los escucho, trato de entenderlos  y ver con quienes hacen equipo. Con algunos encuentro afinidades, con otros discrepo.  Sé que están en campaña y coqueteando con sus mejores galas físicas, emocionales e intelectuales.

Los medios (hasta los que se dicen serios) por momentos pierden objetividad, los  burócratas y militantes de partidos; “Amigos todos”; están tan desacreditados, que cuesta trabajo creerles hasta cuando dicen la verdad. La sociedad civil oscila de la discreción al apasionamiento, la información falsa o tendenciosa, supera por mucho a la que sirve para hacer juicios de verdad. Eso sí, la gracia de los memes y el ingenio del pueblo  mexicano es insuperable.

Con este entorno y faltando poco tiempo para las elecciones, me siento como quien hace un viaje por carretera y a medio desierto encuentra un restaurante como única opción para comer. Al entrar descubres que el menú no tiene lo que a ti te hubiera gustado, pero aun así, debemos elegir algo que nos permita continuar nuestro viaje lo mejor posible.

Aunque el menú me brinda cuatro opciones, sólo me concentro en dos.

La opción uno: José Antonio Meade, quizá el de mejor experiencia para  el cargo, opacado por una lápida que lleva a cuestas, que a diferencia del Pípila, lejos de protegerlo le impide avanzar. Me hubiera gustado verlo y escucharlo siendo autocrítico de los gobiernos donde él participó, y crítico objetivo de los partidos que lo postulan, con eso habría sido mejor candidato.

Y la opción dos: Ricardo Anaya, a quien veo como un joven ambicioso, hábil, actualizado, tenaz y capaz de hacer cosas que otros no se han atrevido. Con una historia por aclarar, donde hasta ahora, su disposición a rendir cuentas ante las instituciones (también de dudosa parcialidad) lo ha mantenido en la lucha, haciendo alianza con partidos de izquierda y de derecha.  

Votar en secreto es un derecho pero no una obligación. En esta elección mi voto no será secreto, será para Ricardo Anaya.  La razón es más poderosa que el posible enojo, y el presente más fuerte que el pasado.

Si estás de acuerdo conmigo te invito a manifestarlo, si discrepas y apoyas a alguien más por verdadera convicción, te felicito por defender tu voto como yo defiendo el mío.

Si te han impuesto alguna forma de pensar, quizá te falte información o libertad de pensamiento. 

Si no puedes externar tu preferencia real por evitar un conflicto o por temor  represalias, lo entiendo y lo respeto, pero quizá te falta  libertad de expresión.

Comamos en paz para poder seguir nuestro viaje,  el camino y el destino dependerá más de nosotros que de los demás, y si el platillo no nos nutre, al menos esperemos que no nos haga daño.