jueves, 8 de marzo de 2018

Las Elecciones, Como Inversión ¿Y usted, qué perfil tiene? (Texto político dos de cinco)


Si decidiera meter mi dinero en un fondo de inversión, me encantaría encontrar un fondo que me diera “alto rendimiento” con “bajo riesgo”.  Sin embargo la cruda realidad me haría ver que dicha combinación (altamente soñadora) no existe.  Pues el rendimiento y el riesgo suelen moverse juntos.

Algo similar me pasa, cuando sé que tengo que depositar mi voto a favor de alguno de los candidatos a gobernar el país. Me encantaría tener una boleta donde sólo aparecieran aspirantes buenos, para poder escoger de entre ellos al mejor; y no quiero decir que busco gente inmaculada, que sean cúmulo de virtudes y que carezcan de defectos; porque obviamente aquello tampoco existe. Pero algo más equilibrado no nos vendría mal,  como para que nadie diga que: “Estábamos mejor cuando estábamos peor”. La Democracia con todos sus defectos, ha avanzado.

Me refiero a que quisiera que los mexicanos batalláramos para decidir a quién darle nuestro voto porque hubiera varios que nos parecieran bueno, pero tristemente, todo parece indicar que vamos a escoger al que nos parezca menos malo. Para decirlo en términos de inversión.  En vez de ver cual todos me da mejor rendimiento, estamos viendo con cual corremos menos riesgo.

Conscientes de que las campañas oficiales no han iniciado y que esto apenas empieza, veo venir una boleta con  3 candidatos postulados por partidos y algunos más de los llamados independientes.  De estos últimos por ahora no me ocuparé. (Creo que después tampoco).

De los 3 gallos que ostentan plumajes multicolores y a donde irán a parar la mayoría de los votos, por esta ocasión no hablaré, pues para decidir en base al riesgo, lo relevante no es hablar del gallo, sino del perfil del inversionista, es decir, del ciudadano que va a ir a votar:

Si usted es un inversionista de perfil CONSERVADOR, que no le gusta tomar grandes riesgos, ni le gusta que le cambien las reglas cada sexenio, ni que un tercero venga a decir que ahora se implementarán “grandes cambios” que (si por alguna causa salen mal) pueden poner en riesgo su estabilidad económica familiar o su negocio. No se preocupe, usted tiene una opción por la cual puede votar, aquella que representa la continuidad de lo que por años, este país ha vivido.  El candidato que dice no tener cola que le pisen, (y pudiera ser) pero que está siendo abanderado por el partido que más corrupción ha hecho a lo largo de la historia, y del cual ya no se sabe si es más cola o más animal.

Ahora bien, si usted es un inversionista de mediano riesgo, es decir de perfil más AVENTURERO, sin llegar a temerario. Si está dispuesto a jugársela por México con un partido que trae ideas nuevas, aparentemente frescas y modernas, si se identifica con lo que dicen que están hartos de las tropelías que se hicieron en el pasado y que de seguro se seguirán haciendo si no se da la alternancia… tampoco se preocupe, usted también tiene una opción por la cual puede votar. La opción del candidato joven que ha demostrado tener agallas, y que por momentos parece identificarse con la Maquiavélica frase de: “El fin justifica los medios”,  y que por lo mismo lo persigue una historia que lo vincula con la ilegalidad y otra con la fragmentación interna de su partido,  pues adelante, usted puede votar por él.

¡Ah!, pero si usted es un tipo de inversionista de ALTO RIESGO, de esos que le gustan jugar con fuego, de los que apuestan el patrimonio suyo y el de su compadre (Al estilo de los Tres Mosqueteros; que acabaron siendo cuatro), que no le da miedo ser gobernado por un candidato que ofrece amnistía a los criminales y que está sumando a su equipo de trabajo a gente (por decir lo menos) de “cuestionada” honorabilidad.  

(Aquí pasa un borrachín por la calle y dice: “Cuestionada la de los otros, estos son delincuentes de los buenos, no me los haga menos…”).

Si usted es de esas personas que piensan que México no podría estar peor, o que definitivamente, quiere ver como nuestro país arde ante el autoritarismo de una sola persona.  No se preocupe, usted también tendrá un candidato en la boleta. El que pretende hacer una constitución moral, y que presenta su proyecto de nación como una carta de buenas intenciones, aquel a quien sus fieles lo escuchan como si les cantaran las sirenas y que al escucharlo me recuerda el refrán que dice que “Cuando la limosna es mucha, hasta el Santo desconfía”,  pues sí, también usted tendrá por quien votar.

Ahora bien, no se confunda usted, al momento de definir su perfil, hágalo pensando como si lo que estuviera en juego fuera su patrimonio entero y no un dinerillo que usted reservó para jugarlo en el casino o para irse de fin de semana a Las Vegas.   Definamos con conocimiento para que no nos lo reclame nuestra conciencia (o nuestra familia, o nuestros empleados), y actuemos con responsabilidad,  pues con tanta información a nuestro alcance, no habrá forma de decir que nadie nos lo advirtió.


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