miércoles, 11 de septiembre de 2013

Señores Legisladores:

Señores Legisladores:
Yo también soy Mexicano. Pero aclaro que no me siento representado por ustedes. Por el contrario, me siento víctima de un gobierno que pretende cobrarme impuestos por mandar a mis hijos a un colegio privado. ¿Qué conflicto tienen con eso, si al hacerlo soy un problema menos para el estado?
Tampoco me identifico con un gobierno que pretende gravar con más impuestos a los que ganan más. ¿Acaso quienes trabajamos no podemos aspirar a tener un desarrollo profesional y con ello una mejor calidad de vida? ¿Es acaso un impuesto al progreso personal y profesional?
Los problemas de México se pueden resolver, eso está claro,  pero también se pueden maquillar, y ustedes conocen bien la diferencia. La educación y el empleo son los dos pilares en los que se cimenta el progreso de cualquier persona. Sin una educación de calidad y un empleo digno y bien remunerado, difícilmente alguien puede alcanzar su desarrollo personal. Lo mismo le pasa a un país cuando no tiene calidad en la educación ni promueve la generación de empleos, está condenado al subdesarrollo económico.
No intenten confundir a una sociedad que cada día está mejor informada y es más participativa, no intenten comprar la conciencia de la gente haciéndole creer que el gobierno en turno resolverá los problemas de los más necesitados. No insulten la inteligencia de los mexicanos con discursos populistas y demagógicos. Hablen con la verdad. Tengan el valor de decir lo que piensan. Reaccionen como individuos, dignifiquen su papel como legisladores.
México necesita líderes que sepan distinguir entre aquello que beneficia al país, y aquello que lo perjudica. Distinguir lo que nos hace progresar como nación, de lo que nos ancla o nos regresa al pasado. Necesitamos líderes que actúen congruentemente, estimulando lo que nos hace bien y señalando lo que nos hace mal para que se persiga y se castigue.
Somos muchos los mexicanos que cada día trabajamos para tener una mejor calidad de vida para nosotros y nuestras familias, que queremos crecer como personas para juntos crecer como nación. Pero también hay muchos otros mexicanos que necesitan apoyo, que no tienen una buena educación ni un buen trabajo. La educación de calidad, la productividad, la rentabilidad, la generación de empleo, y el trabajo bien remunerado requieren ser estimulados, no gravados. Si lo que faltan son recursos, graven el consumo, no la renta, asuman el riesgo arreglando el problema desde la raíz, hagan que paguen los que no pagan en vez de hacer que paguemos más los que siempre pagamos.

Somos muchos los mexicanos que estamos dispuestos a dar nuestro mejor esfuerzo cada día por el bien de nuestro país, no se excluyan, cada quien escogió su camino en esta vida y ustedes escogieron ser legisladores, hagan ustedes lo propio recordando el legado del  Gral. Coss. “Debemos ayudar al que está caído, pero nunca tumbando al que está parado.” 

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