miércoles, 27 de noviembre de 2013

El Mármol Rosa (El alma de las cosas)

Este es un proyecto llamado "El Alma de las Cosas" breves textos sobre algunos objetos que conservo con especial valor sentimental. 

El Mármol Rosa
En mi casa hay un pedazo de mármol rosa. No es una piedra cualquiera, es un pedazo de piedra que por años formó parte de la basílica de San Pedro en el Vaticano.
Cuando mi esposa y yo hicimos nuestro viaje de luna de miel, viajamos por algunas ciudades europeas, entre ellas fuimos al Vaticano.  Entramos a la Basílica de San Pedro y la recorrimos a saciedad. Admiramos las obras de arte que atesora el recinto, bajamos a las catacumbas y subimos hasta la cúpula. Caminamos las tres naves y admiramos el enorme baldaquino erigido en el centro de la basílica, encima del lugar donde descansan los restos del apóstol Pedro.
Paseando por el interior y arrobados por la belleza y majestuosidad del templo, vimos como un niño jugueteaba junto a una de las enormes columnas de la nave central y con la punta de su pie  golpeaba una parte del piso de la basílica donde el mármol estaba estrellado,  con tal suerte, que un fragmento del mármol rosa del piso saltó de la superficie donde llevaba al menos cinco siglos, y fue a dar exactamente a los pies de mi esposa.
No hubo que dar explicaciones a nadie, recogimos el fragmento y me lo eché en el bolsillo de mi pantalón, un fragmento de la basílica de San Pedro ahora me pertenecía y nadie me lo iba a quitar. Realmente nadie hizo el intento de quitármelo puesto que nadie se percató del acto, con excepción del niño, quien apenado por la travesura,  en ese momento guardó silencio, cosa que profundamente le agradezco.

El trozo de mármol extraído seguramente de una cantera italiana y que por siglos fue parte del templo más emblemático de la cristiandad, ahora descansa en mi domicilio, en mi familia lo conservamos como un recuerdo de nuestra luna de miel, y como un tesoro por el contenido histórico que encierra. 

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