miércoles, 7 de marzo de 2012

El día de la mujer

Pocas cosas suceden diferentes el día de la mujer, al resto de los días.
Laura, por ejemplo, es una mujer que vive en una colonia a las orillas de la ciudad. Allí, no hay servicio de agua potable ni de drenaje, la electricidad fue una promesa de campaña del actual presidente y apenas parece que están por asignarle recursos.  
La casa en donde viven ella, su esposo y su hija de seis años, la tiene que compartir con su mamá, su cuñada y un sobrinito de cuatro años. Solo cuentan con dos habitaciones con piso de tierra y un pequeño patio donde duerme un perro.
Isabel en cambio, tiene su casa en Residencial Lomas de San Fernando. Sus amigas le dicen Nena y cuando se reúnen, suelen platicar de sus planes para vacacionar en el extranjero toda vez que en México ya no se puede ir a ningún lado. Acostumbra asistir diariamente al gimnasio para mantenerse en forma, y aunque de vez en cuando se consiente con antojos gastronómicos, está convencida de que no hay nada como consumir productos orgánicos.
Hoy es día de la mujer, sin embargo Laura no puede darse el lujo de quedarse en casa a celebrar, hay que levantarse antes de que salga el sol, prepararle el lonche al marido, caminar seis cuadras hasta la calle por donde pasa el camión que la llevará hasta el centro de la ciudad, cambiar de ruta y después caminar otras dos cuadras hasta su trabajo. Piensa que si esta vez llega tarde, le van a descontar el día, porque ya sería la tercera vez en lo que va de la semana. A su lado hay más gente esperando el camión, entre ellos uno que siempre le ha inspirado desconfianza por su forma de mirarla.
En el Gimnasio, por su parte, después de treinta minutos en la caminadora y una rutina para pecho y espalda, Isabel está exhausta y no quiere pensar en otra cosa que un buen baño y un masaje. Su Iphone le recuerda que debe estar a tiempo en el desayuno con las amigas de la universidad con las que después de 25 años se sigue juntando cada mes y suspira incómoda tan solo de pensar que tendrá que soportar la plática sosa y frívola de Telma  quien de seguro se la pasará hablando de su nueva cirugía.  
Ya en su trabajo, y gracias a que corrió las dos últimas cuadras, Laura checó antes de que le marcaran retardo, y aunque se sintió aliviada por salvar su jornada laboral completa, tuvo que soportar la mirada lasciva que le dirigió el vigilante en turno cuando la vio llegar.
Laura se fue directamente a la bodega del aseo a sacar sus cosas. Trabaja como afanadora en una oficina de gobierno, tiene que limpiar los baños de hombres y mujeres de los tres pisos, primero  en la mañana cuando llega y después la tarde antes de retirarse.  Está convencida de que una buena actitud, hace que el trabajo se vuelva más sencillo, amable y llevadero. Lleva dos años con este puesto, y eso le ha permitido hacer amistad con muchas personas que trabajan en el mismo edificio.

Cuando salió del gimnasio para ir al restaurante,  Isabel se dirigió directamente al valet parking. Se quitó los guantes y los lentes, tomó su bolso y bajo del auto luciendo radiante. Tres de sus ex compañeras ya la esperaba, y al verla se desvivieron en halagos hacia su nuevo corte de cabello que la hacía ver más joven y delgada.
Laura está cansada lavando el último de los baños de hombres, en ese momento, si saber que dentro del baño había una mujer, entro apurado a desahogar una necesidad de primer grado y la encuentro recarga en la pared tomando un respiro mientras sus manos se apoyan en el trapeador:
-          Perdón, - le digo – no sabía que estaba aquí, ¿puedo pasar?
-          Pásale amigo, no hay pedo, ya voy de salida – me contesta sonriendo reanudando sus actividades, cargando el trapeador con una mano y una bolsa de basura en la otra.
-          Usted siempre anda muy sonriente, Laura.
-          Pues no hay por qué andar triste, compañero, habiendo salud y trabajo, hay que dar gracias a Dios, además hoy es día de la mujer y una tiene que verse bonita – me dice orgullosa de su condición mientras sale del baño.
-          Pues muchas felicidades, que pase muy buen día.
-          Gracias, amigo - alcanzó a decir cuando ya la puerta se cerraba dejándome solo en aquel baño perfectamente aseado.
Isabel terminó el desayuno con sus amigas después del mediodía y se despide apresurada pues debe llegar a la comida que organiza el club de damas de la vela perpetua para conmemorar el día de la mujer, donde ella será la encargada de decir unas palaras inspiradoras sobre el verdadero sentido de ser mujer. Llegó al salón, y el comité de recepción ya la estaba esperando, había flores en todas las mesas y un pequeño detalle como recuerdo para cada una de las invitadas.
Por la tarde, Isabel va de regreso a su casa a bordo de su camioneta saboreando las lisonjas y recordando los aplausos por su intervención. En la avenida principal, la luz del semáforo se torna roja al tiempo de que una mujer intenta cruzar la calle. Isabel abruptamente detiene su vehículo mientras se pregunta cómo es posible que haya gente que se atraviese de esa manera. Por el frente de su camioneta pasa caminando Laura apurada para tomar el autobús que la lleve de regreso a su colonia. Todavía asustada por el rechinido de las llantas al enfrenar, Laura se pregunta cómo es posible que haya gente que maneje de esa forma. Por un instante Isabel y Laura cruzan sus miradas, no se conocen, sin embargo ambas se van preguntando cómo será la vida de aquella otra mujer.  Por un momento se odian y se disculpan. Al fin y al cabo si hoy es día de la mujer,  también es su día.
Felicidades a todas las mujeres, y un beso a las tres que han marcado mi vida: Mi madre, mi esposa y mi hija.






3 comentarios:

Miguel Hernandez dijo...

Comentario constructivo:

En el artículo de hoy sobre el día de la mujer,dice "...y aunque de vez en cuando se consciente con antojos..." Pero debería decir: "...y aunque de vez en cuando se consiente con antojos..."
Consciente, como está escrito, sería de conciencia, de estar consciente de algo, mientras que Consiente, sí sería de consentirse. Como digo, sólo es un comentario constructivo. Feicidades por tus artpiculos Manuel!!

Conchita Garza dijo...

Te felicito por tener a tu lado a las tres mujeres más importantes e inspiradoras.
Saludos.

Manuel Gil dijo...

Miguel, muchas gracias por el comentario. Lo agradezco infinitamente.