¿Nada qué celebrar?... ¿Seguros?
Estamos en la víspera del aniversario 201 de nuestra independencia como nación. He escuchado voces que dicen que en nuestro país no hay nada que celebrar.
Una cosa es que haya muchas cosa que lamentar y otra muy distinta es que no haya nada que celebrar.
Celebrar nuestra independencia, es celebrar nuestra condición de libertad para poder elegir lo que queremos para nosotros mismos y para nuestro país. Hay que luchar por ello, nuestro país lo vale, nuestra gente lo vale, si no me crees, sólo recuerda que esto también es México:
Una ballena en Guerrero Negro, Un amanecer en Cancún, una caminata por Paseo de la Reforma, unos tacos al pastor, un tequila en Tlaquepaque, un dulce de leche en Saltillo, un paisaje de José María Velasco, una pareja bailando El Jarabe Tapatío. Un concierto en Bellas Artes, un día nublado en la Marquesa, una cantina en Real de Catorce, o una vista del Popocatepetl.
Una matraca en un estadio, una serenata con mariachi, un árbol de pirotecnia en la feria, un árbol de la vida en Metepec. Un alfarero en Tonalá, un volador en Papantla, unas carnitas en La Piedad, Una guitarra en Paracho, una sopa de lima en Mérida o un danzón en Veracruz.
Un oso en la sierra de Muzquiz, una escaramuza a todo galope, una peregrinación a la basílica, una serpentina, una posada con piñata y peregrinos. Unas enchiladas en la plaza de San Francisco, una tarde en la Plaza México, un poema de Juan de Dios Peza, un cenote en Chiapas, una escultura de Sebastián, una callejoneada en Guanajuato, unos delfines en bahía de Banderas, una trajinera en Xochimilco, una visita a la mina del Edén en Zacatecas, una nieve de garrafa, unas chalupas en la fonda de Santa Clara en Puebla, o un paseo en Comitán.
Una vista de la Rumorosa, una tlayuda en Oaxaca, una coyota en Sonora, un concierto en el teatro Degollado, un carnaval en Mazatlán, un grito de “GOOOL” en el Azteca, un paseo por Chapultepec, unas corundas en Morelia, o un zarandeado en Nayarit.
Un agua de horchata, un disco de José Alfredo, una canción de Tin-tan, una película del Santo, un domingo en familia, un cilindrero en el centro histórico, un árbol en medio de la calle, un elote asado, un paseo por el parque nacional en Uruapan, un llavero con alacrán de Durango, una hermosa pirámide en Chichen Itzá, una banda tocando la Marcha de Zacatecas, un Huapango de Moncayo, una casa de Luis Barragán, o una feria de San Marcos.
Un acueducto en Querétaro, un altar de muertos, un palenque con gallos, un mambo con Tongolele, un tejuino con nieve de limón, una grito de lotería, un dulce de tamarindo, un ballet de Amalia Hernández, un mural de Siqueiros, un chile en nogada, una ola en el estadio, unos zapatos de León, una cuera Tamaulipeca, una marimba en Villahermosa, un Tarahumara en la sierra, un ceremonia Huichol, un brindis con tequila.
No se nos olvide, orgullosamente, esto también es México. ¿A poco no lo vale?
3 comentarios:
Es una lista larguísima y se vale que agregarle:
Un viaje en el Che-Pe
un corrido de Ramon Ayala
escuchar una Rondalla en Saltillo!!
Saudos Manuel
Alejandro Rodríguez
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