viernes, 5 de enero de 2024

Al Año Nuevo le Pido…

Alusivo a la temporada de fin de año, me llegó una reflexión que supuestamente es una oración portuguesa que dice: “No le pido nada al nuevo año, solamente que no se lleve lo que tengo.” 

Me parece que la petición es genuina, pero exageradamente optimista. Si algo tenemos asegurado en esta vida, son las pérdidas. Comenzando por la pérdida de la vida misma; garantizada desde el día que nacimos, y pudiendo ser, de todo lo demás también, material o inmaterial. Pareciera que no hemos aprendido que nada de lo que tenemos, es seguro ni es para siempre.   

Aquella oración, no obstante, me hace reflexionar y buscar en mi cabeza formas de conectar con ella, y entonces pienso: Al año nuevo,  le pido que me enseñe a valorar todo lo que tengo y que sepa cuidar de ello mientras lo tenga y pueda, y a disfrutarlo consciente de que todo es prestado y por lo mismo es temporal. 

También pediría, aprender a prepararme para cuando las pérdidas lleguen, pues son parte de la vida. Claro que en algunos casos es imposible prepararse, pero en muchos otros casos es posible. 

Disfrutar lo que tenemos y cuidarlo, y comprender que los bienes, las cosas intangibles, las personas que nos rodean, la salud, y la vida misma, en cualquier momento, nuestra o de alguien más se pueden terminar. Muchas veces, la vida nos da señales, al nuevo año también le pido aprender a leerlas.  

Si bien, hay muchas cosas que no controlamos, hay muchas otras que sí, y a mí me gusta jugar con esas fichas. Con las que sí manejo, con las que sí controlo, con las que dependen de mí.  

En una posada reciente, un amigo me dijo: “Vamos a ver qué nos depara el próximo año”. – No amigo, - le contesté – yo no creo en el destino como algo ajeno, yo creo que el destino cada uno se lo va construyendo. Con sueños, proyectos y planes y luego con disciplina y constancia para trabajar en ellos y se vayan haciendo realidad. Ese es el destino en el que me gusta creer. 

Hagamos de este 2024 un año donde todos sigamos creciendo, y donde entendamos con serenidad que tanto las ganancias como las pérdidas que ocurran en el camino, son parte de la vida, de esta vida, que a pesar de tantos hechos lamentables, sigue estando llena de buenos motivos para vivir.

No hay comentarios: