sábado, 2 de mayo de 2020

Ganas de vivir

Yo no pedí nacer.
No supe cómo comenzó mi vida.
Cuando tuve consciencia el agua ya fluía en mi interior.
Es obvio, estaba vivo.
Seguro me caí de una carreta, o alguien me lanzó a la orilla del camino.
Tuve suerte de no terminar siendo forraje.
Apenas y recuerdo que agonizaba y enraicé por puro instinto.
El instinto y el placer no están peleados.
Me fui llenando por dentro, me fui fortaleciendo.
Apenas puedo creer mi suerte…
Por aquí casi no pasa nadie, y eso quizá haya sido lo mejor.
Aquí peleé contra el sol y gané; el mismo que antes me mataba,
ahora me da la vida…
Y contra el viento, pero ya no.
Tengo hijos, y mis hijos tienen hijos y frutos.
Que también son frutos míos y del desierto.
Y aquí seguimos peleando la eterna batalla contra el tiempo y la sequía,
como todos los hijos de esta tierra.

No hay comentarios: