Yo no pedí nacer.
No supe cómo comenzó mi vida.
Cuando tuve consciencia el agua ya fluía en mi interior.
Es obvio, estaba vivo.
Seguro me caí de una carreta, o alguien me lanzó a la orilla del camino.
Tuve suerte de no terminar siendo forraje.
Apenas y recuerdo que agonizaba y enraicé por puro instinto.
El instinto y el placer no están peleados.
Me fui llenando por dentro, me fui fortaleciendo.
Apenas puedo creer mi suerte…
Por aquí casi no pasa nadie, y eso quizá haya sido lo mejor.
Aquí peleé contra el sol y gané; el mismo que antes me mataba,
ahora me da la vida…
Y contra el viento, pero ya no.
Tengo hijos, y mis hijos tienen hijos y frutos.
Que también son frutos míos y del desierto.
Y aquí seguimos peleando la eterna batalla contra el tiempo y la sequía,
como todos los hijos de esta tierra.
Cuando tuve consciencia el agua ya fluía en mi interior.
Es obvio, estaba vivo.
Seguro me caí de una carreta, o alguien me lanzó a la orilla del camino.
Tuve suerte de no terminar siendo forraje.
Apenas y recuerdo que agonizaba y enraicé por puro instinto.
El instinto y el placer no están peleados.
Me fui llenando por dentro, me fui fortaleciendo.
Apenas puedo creer mi suerte…
Por aquí casi no pasa nadie, y eso quizá haya sido lo mejor.
Aquí peleé contra el sol y gané; el mismo que antes me mataba,
ahora me da la vida…
Y contra el viento, pero ya no.
Tengo hijos, y mis hijos tienen hijos y frutos.
Que también son frutos míos y del desierto.
Y aquí seguimos peleando la eterna batalla contra el tiempo y la sequía,
como todos los hijos de esta tierra.
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