De pronto la generación Millennials
se ha puesto de moda y yo, aplaudo el hecho.
Hace días, vi una nota en el
periódico que decía “¿Qué pasará cuando los Millennials crezcan?” Creo ese es el
asunto, que ya crecieron y algunos apenas nos estamos dando cuenta. De pronto
esta nueva generación se puso de moda, como si alguien hubiera destapado la
caja y se salieron sin control… los jóvenes están por todos lados.
Yo pertenezco a la generación anterior,
aquella que rimbombantemente bautizaron como “Equis”, la que formamos los que
nacimos desde mediados de los 60´s hasta finales de los 70´s. Los últimos que
podremos decir con orgullo que somos “Personas A.C.” es decir “Antes de las
Computadoras” (no confundir con “Antes de Cristo”, que no es para tanto).
Una generación donde las
oportunidades de estudio se multiplicaron, permitiendo que el nivel
universitario estuviera prácticamente al alcance de cualquiera. Recuerdo que mi
papá decía: “A mis hijos les va a tocar una lucha de gente preparada contra
gente preparada”, y tenía razón. Quizá por eso somos una generación muy echada
para adelante en lo tocante al trabajo.
También experimentamos un
trascendente cambio a nivel familiar, pues casi todos los que ahora somos
padres, tenemos más hermanos que hijos. Lo cual justificamos mediante el
apotegma de que “La familia pequeña vive mejor.”
Y por si eso fuera poco, tenemos
ejemplos para casi todo, cuando se trata de comparar nuestra infancia con la de
nuestros hijos, o el contrastante estilo
de vida de ahora con el que teníamos cuando éramos niños.
¿Y qué pasa con los Millennials?.
Pues que los niños de ayer, se
están convirtiendo en los hombres de hoy. Es decir, los primeros Millennials han
llegado a la edad adulta y están comenzando a ocupar lugares de trabajo, por lo
mismo están comenzando a ganar dinero y eso hace que una sociedad tan
superficial como la nuestra finalmente los esté volteando a ver.
- “¿Quién se cree este chamaco y
por qué tiene un puesto mejor que el mío?”
- “¿Y este “lepe” por qué gana
tanto dinero si no sabe ni limpiarse los mocos?”
Con todo respeto para mis contemporáneos,
creo que en muchas cosas hemos envidiado a los Millennials desde nos dimos
cuenta de que ellos sí se podían subir a los juegos de Mc. Donald´s y nosotros
no porque ya éramos grandes. Allí comenzó el problema. Luego vinieron los miles de accesorios para
niños y la era digital que a ellos les tocó disfrutar gratis desde que nacieron
cuando a nosotros tuvimos que pagar por ella hasta que salíamos de la
universidad, pues ya éramos grandes.
¿Y a qué viene tanta queja de la
generación “X”?, que si los Millennials son esto o aquello, que no les gustan
adquirir compromisos, que si son irresponsables, que si no son estables en sus
trabajos, que si están acostumbrados a una vida fácil y llena de comodidades,
que no les gusta batallar... etc. Pero
¿Ya recapacitamos en que no hay un sólo Millennials, cuyos padres no
pertenezcan a la generación X? Así que,
si son como son, es porque nosotros los enseñamos a ser así, ya sea porque les
promovimos ese tipo de comportamientos, o porque se los permitimos en su etapa
formativa… (con el eterno miedo de: “no se vayan a traumar”). Decía un amigo que cuando era niño el único sicólogo
que conoció fue un cinto piteado talla 40 de su papá… pero claro, aquellos eran
otros tiempos.
¿Y ahora quién podrá
defendernos?, pues nadie, porque nadie nos está atacando. Simplemente tenemos
que entender chicos y grandes, “X” y “Y” que todo cambio generacional ofrece
oportunidades para crecer y desarrollarnos.
Ambas generaciones estamos llenos de cosas positivas, debemos hacer a un
lado nuestra soberbia y los “X” dejar de pensar que todo tiempo pasado fue
mejor, eso es una mentira; que por cierto Woody Allen la expone magistralmente
en su película “Midnight in Paris”
(2011) y los “Y” entender de una vez por todas que todavía les falta; al igual
que a nosotros, mucho por aprender.
Aprendamos unos de otros, somos
generaciones complementarias, donde los “X” podemos aportar experiencia,
conocimientos y habilidades que hemos desarrollado debido a nuestra edad y donde
los Millennials; siendo expertos en manejo de tecnología digital y
conectividad, pueden potencializar ese conocimiento aceptando que no todo en la
vida se resuelve a través de una pantalla. Habrá temas que a ambas generaciones
nos resulten difíciles de comprender, pues nacimos en diferentes épocas y
circunstancias en las que el mundo cambió mucho, pero la oportunidad ahí
está. Aunque sólo sacarán provecho de
ella quienes tengamos la disponibilidad y la sepamos aprovechar.
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