viernes, 25 de marzo de 2016

"10 AÑOS no son nada... son todo" La Convivencia Diaria, continuación... (Capítulo XXVII)

La convivencia con menores de 2 años

Para un niño de hasta 2 años, la vida consiste en explorar todo lo que esté a su alcance. 

Para ellos, los padres representamos seguridad.  Como ya lo dijimos, es una etapa sumamente agotadora para papá y mamá, porque los niños ya se desplazan,  y por supuesto que acompañarlos en sus desplazamientos esta es una forma de convivencia de la cual no nos podemos escapar, me refiero a caminar junto con ellos.

Otra  de las habilidades más fascinantes en esta etapa es que su lenguaje se empieza a desarrollar y entonces comienzan a hablar o a inventar sus propios vocablos.  Aquí me doy la licencia de brindar algunos consejos no solicitados para los papás. Enseñen a sus hijos a hablar correctamente, y empiecen por decirles el nombre real de las cosas.  

El perro, por ejemplo, se llama perro, no se llama gua-guá, como muchos creen, el tren se llama tren, y no chu-chú, como algunos padres suelen mentir, y por favor, no les hablen a sus hijos con voces fingidas semejando a niños chiflados, o como si fueran adultos que no saben hablar, lo único que están haciendo es que sus hijos se acostumbren a escucharlos de esa forma y al rato ellos imiten el modo, - Total, – pensarán ellos – así es como hablan mis papás. Enseñen a sus hijos el verdadero valor del lenguaje, pareciera una exageración, pero considero que es una importante base para  la comunicación que debe haber en toda familia.

Juegos, canciones propios para esa edad se transmiten de generación en generación, y en las tiendas  aparecen juguetes nuevos y muy creativos por montones, creo que a los hijos en esta edad, hay que enseñarles todo lo que podamos, para ellos, nosotros somos en gran medida su mundo. Muchos padres se llegan a sorprender que los niños desde esa edad sean capaces de jugar con una tableta electrónica  o un teléfono, si lo hacen y lo pueden hacer todo el día si los dejamos. Considero que no debemos privarlos de la tecnología que tenemos al alcance, pero será un error, si abusamos de ello y pretendemos que la tecnología se convierta en nuestra mejor niñera.

En la convivencia diaria quiero hacer referencia a un comportamiento de los padres que me parece necesario señalar. Cuando eres padre de un niño tan chiquito, es necesario que tomes conciencia de que el niño tiene necesidades distintas y niveles de tolerancia diferentes a las que tiene un adulto,  aunque te pueda mucho, habrá lugares y eventos que quizá disfrutas mucho asistiendo solo, pero que resulta una imprudencia (que es lo de menos) e incluso un riesgo asistir con niños. Por ejemplo, eventos donde hay aglomeraciones de gente, o donde no hay baños en buenas condiciones.  De esto tomé un poco de consciencia cuando junto con mi familia viví en Zapopan Jalisco. Ahí nos dimos cuenta que el municipio prohíbe que los niños menores de 2 años ingresen a las salas de cine incluso a ver películas infantiles. En principio pensé que se trataba de un asunto de evitar que el niño molestara a los demás espectadores, pero luego me explicaron que no, sino que el sonido del cine en ocasiones es tan alto que puede llegar a lesionar el sistema auditivo de un menor.

De igual forma me ha tocado ver gente con carriolas en ferias, conciertos y peregrinaciones donde a veces no puedes ni caminar de tanta gente que hay, Considero oportuno recomendar a los padres de estos pequeños que por un tiempo se abstengan de asistir o más bien, de llevar a sus hijos a lugares no aptos para pequeños.

No es una gran privación, más bien es atreverse a conocer nuevas formas de divertirse teniendo a un pequeñito a nuestro cuidado. No pasa nada si te pierdes aquel concierto, no pasa nada si dejas de ir a donde siempre has ido, o si ya no eres el último en retirarse de las fiestas, las condiciones han cambiado y sobrevivirá mejor el que se logre adaptar a las nuevas circunstancias.


Por el contrario, esta nueva etapa nos traerá cosas muy positivas. En esta edad, los niños comienzan a hacer sus primeras gracias, se ríen, juguetean, son sumamente entendidos. Incluso algo tan inocente como recoger un juguete y ponerlo en su lugar puede llegar a convertirse en un juego,  - ¡Qué bien se porta!, - llegarán a pensar los papás – y qué entendido es… - incluso una pequeña travesura puede llegar a ser considerada como una gracia que amerita foto, video y publicación en redes sociales. Está bien, es lo de hoy… La ternura está en el ambiente todo el tiempo. Lo que los padres ignoramos, es que aquel comportamiento tan dócil, no será para siempre…,  si no me creen, esperen a que cumplan dos…

No hay comentarios: