lunes, 2 de febrero de 2015

"10 AÑOS no son nada... son todo" El Embarazo (Capítulo XII)



Estoy seguro, querido hijo, que cuando vivas un embarazo escucharás de tu mujer la frase: 

- “Yo lo tengo que cargar nueve meses”. 

Y así será, y no se te ocurra decir: 

- “Si, pero el bebé no habla ni se queja, y yo te voy a tener que aguantar tus estados de ánimo los mismos 9 meses y luego a él lo tendré que mantener los próximos 20 o 25 años…” 

Nada de eso, querido hijo, calladito te verás más bonito. Aunque lo pienses no vale la pena mencionarlo. El sacrificio de tener un hijo es de ambos, pero siempre será mejor que reconozcamos que el mayor sacrificio lo llevan ellas. Dicho de otro modo, si dices algo que parezca contradecir el pensamiento femenino al respecto del embarazo no te traerá nada bueno, y de todas formas hay que hacer lo que hay que hacer. Tú cumple con tu parte y que todo el mérito se lo lleven ellas. 

Durante el primer embarazo es común que ambos cometan errores, la misma inexperiencia hace que en muchas ocasiones no sepan que hacer. Quizá te llegue un espíritu sobre protector y pienses que tú eres el encargado de ver y vigilar todas las actividades que hace tu mujer por el hecho de que lleva dentro al hijo de ambos. No cometas el error de querer controlar la vida, los alimentos ni las bebidas de tu mujer, mientras no percibas una situación que parezca patológica, ella se encargará de cuidar al bebé mejor que cualquier hombre. No entres en histeria sobre protectora como a mí me pasó en una ocasión, en la que acudimos a un concierto con tu madre recién embarazada y me pasó por la cabeza que el ruidazo y el exceso de vibraciones podían afectar al bebé. Claro, ahorita suena ridículo, pero en el momento la falta de experiencia nos delata al grado de pensar locuras. 

Lo que siempre será muy bien visto por las señoras embarazadas y eso si te lo recomiendo mucho, es que te solidarices con ellas lo más que puedas, sobre todo en temas restrictivos. Por ejemplo, si el médico le llega a prohibir algún alimento a tu pareja, inscríbete en el régimen y solidarízate también. Esos detalles fortalecen la relación de pareja como no tienes idea. 

El embarazo es como un período menstrual de 9 meses, te lo advierto. El humor, el carácter, el estado de ánimo de las mujeres está como en una montaña rusa; arriba, abajo, a un lado, al otro. Si en tu plan de vida está escrito el renglón de tener hijos, más te vale que sea con una mujer a la que en verdad ames con todo el corazón, porque de lo contrario te será muy difícil soportar todo lo que ocurre en esta etapa y en las que siguen. 

Y mira que te lo digo con conocimiento de causa, pues yo tuve a mis hijos con la mujer que quise, en el momento que quisimos, en condiciones económicas y emocionales estables y aun así a veces llega a ser muy complicado. Digamos que por momentos alcanzas a entender por qué en algunas familias existe violencia intrafamiliar. No me imagino la crisis por la que pasan aquellos que tienen a los hijos cuando todavía no estabas preparado para ello, sin tener nada qué ofrecerles, o todavía peor, con quien no querían tenerlo. Sin embargo con una buena planeación de las cosas, los hijos llegan a las familias, como tu y tu hermana llegaron a la nuestra, a enseñarnos la mejor parte de la vida.

Dar la noticia del embarazo a terceras personas es algo importante y festivo. La gente te felicita, se regocija contigo te cuenta sus experiencias, te da ánimo y te dice que aproveches todo lo que puedas para dormir ahora porque después será imposible. 

Prepárate para escuchar consejos. Los consejos llegarán por toneladas a tu vida aunque no los pidas. Toda la gente estará encantada de compartirte lo que para ellos fue esta etapa en su vida y tendrás que escuchar sobre embarazos y nacimientos seguramente mucho más cosas de las que quisieras saber. 
Tanta información, tiende a confundirte, y si a eso le sumas tus propios pensamientos y sentimientos, aquella experiencia es como para volver loco a cualquiera. Pero tranquilo, todos los que somos, estamos aquí gracias a que alguna madre ha sabido sobrellevar un embarazo, es decir, en el mundo hay mucha experiencia acumulada sobre el tema, y ahora es momento de que tú la aprendas y sobre todo, crees tu propia experiencia. 

El ritmo del embarazo lo va a marcar la mujer. Ella te irá diciendo qué siente y cómo se siente. Tu trabajo será estar todo el tiempo al pendiente de ella. Pero eso no es todo, eso es solo la generalidad de tu trabajo, porque en lo específico tendrás que estar alegre si ella está alegre, ser solidario si ella está triste, ser comprensivo si está melancólica y ser su principal soporte cuando el miedo se apodere de ella. Tus reacciones deberán ser rápidas y ahora más que nunca deberás captar incluso las señales más sutiles. 

Recuerda que las mujeres (salvo raras excepciones) no piensan ni dicen las cosas de la misma forma que lo hacemos los hombres, así que ahora más que nunca trata de adivinarle el pensamiento. 

Pero hablemos de los primeros 3 meses del embarazo. Aquí solo ustedes y sus conocidos sabrán que están embarazados, así que no esperen que la gente sepa lo que ustedes saben, ni mucho menos esperen que nadie les de un trato especial por ello.

A las señoras generalmente no se les nota el embarazo en este tiempo y si se les empieza a notar, muchas personas, sobre todo las que no ven con cierta frecuencia, no les harán ningún comentario si ustedes no sacan primero el tema, pues los demás no sabrán cómo preguntar si están embarazadas o si simplemente engordaron un poco. 

Claro que las embarazadas harán todo lo posible por sacar la panza para que todo el mundo vea que por ahí va pasando una embarazada, y es que su condición para ella, es motivo de orgullo. Tampoco será raro verla entrar en tiendas especializadas en ropa para embarazas ni en tiendas temáticas de bebés. Todo esto será parte de la emoción de estar viviendo una nueva etapa, comienzas a descubrir que existe toda una industria de millones y millones de pesos que gira alrededor de esta etapa de la vida, y es natural, porque embarazadas, siempre hay. Y como cosa extraña, en esta etapa te darás cuenta de que hay más embarazadas de las que tu pensabas, sólo que como ahora te fijarás en eso, descubrirás que hay muchas. 

Para compensar tanta felicidad, estos meses suelen ser también los más incómodos en cuanto a malestares físicos como mareos, vómitos, náuseas, etc. Será algo con lo que tendrán que lidiar, aunque entendiendo que cada mujer es un caso distinto. También es probable que se presenten antojos por comer o tomar cosas que generalmente no consumen. Bueno todo es parte de lo mismo, habrá que ser consentidor y solidario lo más que se pueda. 

Antiguamente se decía que nadie te enseñaba cómo ser un buen papá o una buena mamá. Es cierto que nada se compara con serlo, pero actualmente hay muchísimos libros, video, revistas, páginas de internet, conferencias, etc. Que te informan y te orientan sobre esta etapa de la vida. Si acaso tu mujer te comparte artículos, libros, revistas, páginas o ligas especializadas sobre el período de gestación, es importante que demuestres interés por lo que a ella le parece interesante. No hacerlo puede culminar en mandar un pésimo mensaje a la mente de tu señora. Así que si no quieres escuchar un: - “A tí no te importa nada de lo que yo siento ni por lo que yo estoy pasando " - Entonces lee y atiende todo cuando puedas sobre el tema. Sobre todo si ella te lo pide. 

En estos 3 meses, comenzarás a vislumbrar un reacomodo en la escala de valores de ti, de ella y de ambos. La presencia de un nuevo integrante de la familia hace que las cosas se reacomoden. 

No te sorprenda escuchar frases como estas: 
- Cuando nazca el bebé, ya no vamos a poder…
- Cuando nazca el bebé, cómo le vamos a hacer para…
- Ve pensando dónde vas a poner tus cosas, porque cuando nazca el bebé…

Y resulta que el bebé viene a cambiar el orden y las prioridades de dos adultos que tienen usos y costumbres que pensaban que nadie les iba a cambiar.

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