Saber leer consiste en ser
capaces de decodificar las letras y las palabras para entender su significado,
ya sea de forma aislada, como parte de una oración o en un texto. Eso
generalmente lo aprendemos en nuestros primeros años de escuela, y es la llave
maestra que te da acceso a prácticamente todo el conocimiento.
Sin embargo, leer por placer es
otra cosa. Leer es un pasatiempo que al hacerlo, te deja algo más que diversión
o mero entretenimiento. Es un descubrimiento constante, es adentrarse en el
pensamiento de otras personas, es llevar a la imaginación a terrenos que no
podrías explorar de otra manera, es estar dispuesto a incrementar tu
vocabulario y por consiguiente tu pensamiento, para luego aprender a sacar
provecho de esas nuevas armas al momento de hablar o debatir. Leer nos brinda
la oportunidad de avanzar por la vida de forma más rápida; pero sobre todo avanzar
de mejor manera.
Yo sostengo que los padres de
familia tenemos la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos a leer por
placer, difiero de quien piense que esta sea una obligación de la escuela. Pero
también soy consciente de la realidad de que muchos padres de familia no tienen
el hábito y en algunos casos ni siquiera el gusto por la lectura y por lo mismo
no pueden inculcar ni en sus hijos; ni en nadie más, lo que ellos mismos no
hacen.
También sé que hay personas que
piensan que leer tampoco es tan necesario puesto que a ellos jamás les ha hecho
falta. Creo que eso es tan cierto como el que pasa por la vida sin practicar
ningún deporte ni hace el mínimo ejercicio porque jamás le pareció importante. Quizá
quienes piensen así tengan cierta razón en base a su experiencia, pero también es
cierto que ninguno de ellos sabrá cuanto mejor habría sido su vida si hubieran
dedicado un breve espacio a estas dos nobles y redituables actividades.
¿Pero cómo hacer para adquirir el
hábito de la lectura si no se tiene, y cómo inculcárselo a alguien más?
Comencemos con abrir un espacio
en nuestra agenda para destinarlo a la lectura, no tiene que ser mucho tiempo
pero si tiene que ser algo, al menos una vez a la semana. Un amigo me preguntó si
leía mucho, le contesté que en verdad no
sabía si leía mucho o leía poco. Lo que si te puedo decir – le dije - es que procuro siempre estar leyendo algo.
Es conveniente aclarar que cuando
hablamos de lectura, no debemos referirnos exclusivamente a leer libros, sino
que podemos echar mano de revistas, páginas de internet, periódicos, o hasta
comics. Lo que sí es importante es seleccionar qué tipo de contenidos vamos a
leer. Para lo cual hecho mano de una contundente frase de Arthur Schopenhauer:
“Para leer lo bueno, es necesario no leer lo malo, porque la vida es corta y el
tiempo y las fuerzas limitadas”.
Así que sin más, dejaré algunas
recomendaciones.
Conozca y visite las librerías que hay en su
ciudad, o al menos ubique las que están en los centros comerciales a los que
suele ir, y cuando pueda vaya con sus hijos o con sus amigos así como a costumbra
ir a otro tipo de tiendas.
·
Visite las ferias de libros, en muchas ciudades
se organizan ferias de libros, ya sean chicas o grandes, pero son una excelente
forma de pasar el tiempo.
·
Acepte que existen libros y revistas de todos
los temas, es seguro que habrá alguno relacionado con los temas que a usted le
apasionan.
· Considere regalar libros cuando tenga que hacer
algún presente por cumpleaños, navidad o simplemente por el gusto de regalarlo
a alguna persona especial.
·
Platique acerca de lo que está leyendo, o
pregúntele a la gente de su confianza si ha leído algo últimamente. Es decir,
saque el tema en las conversaciones ya sea con conocidos o con extraños, hable
o pregúntele a la gente qué está leyendo, o qué es lo mejor que ha leído en su
vida, le aseguro que la conversación será más interesante que si sólo hablan
del clima y de los temas de moda.
·
Si tiene niños llévelos a una librería.
Actualmente todas cuentan con áreas infantiles bellamente diseñadas y con un
acervo que lo dejará impresionado. Hay libros adecuados y clasificados para
todas las edades, y el personal de la librería sabrá hacerle recomendaciones útiles.
·
Invierta en libros, que sus hijos lo vean gastar
dinero en libros. Y que lo vean leerlos.
·
Suscríbase a alguna revista, o mejor aún, regálele
a alguna persona muy especial una suscripción a alguna revista que usted sepa
que será de su interés. Será un excelente regalo que le dure todo un año y que
mes a mes se renovará.
·
Invente una regla en su casa, más o menos así: Por
cada hora de televisión o videojuegos, habrá que tener 15 minutos de lectura… (o
el tiempo que usted considere, lo importante es empezar).
·
Interésese por las lecturas de sus hijos, no
importan la edad que tengan, pídales que les comenten sobre sus libros, o mejor
aún, léalos usted también (aunque sean infantiles, o aunque sea un fragmento) para
que los puedan comentar, es un placer mental y sentimental intercambiar puntos
de vista sobre una misma lectura.
·
Lea con sus hijos en voz alta, un rato léales
usted y otro rato que ellos le lean, alternen párrafos o páginas, de esta forma
ellos aprenderán a pasar tiempo con ustedes con una actividad nueva, y si ellos
ven que usted le dedica tiempo a este
asunto, entenderán que se trata de algo importante.
·
Si usted o sus hijos admiran a alguien, busquen
su biografía y traten de investigar más y más datos sobre esa persona, promueva
la investigación y la búsqueda más allá de Wikipedia o Google.
·
Cuando alguno de sus hijos le pregunte sobre un
tema que usted sepa, contéstele como si no lo supiera o como si no estuviera
seguro, es decir, invítelo a que busquen juntos sobre ese tema, es seguro que
algo nuevo van a aprender los dos.
·
Lea los periódicos de su localidad con cierta
regularidad, identifique al editorialista de su preferencia y sígalo de forma
regular. Aprenda a conocer a las principales plumas del país, no importa que no
esté de acuerdo con sus comentarios, seguramente habrá alguno con quien se
pueda identificar más.
·
Si encuentra un libro que le guste, investigue todo
lo que pueda sobre el autor, sobre todo, si ha escrito otros títulos que le gustaría
leer.
·
Busque algún blog que sea de su interés y
suscríbase a él, existen miles de blogs de diversos temas, y son lecturas que
no tienen costo, donde además puede interactuar con los autores gracias a la
tecnología.
Como se puede dar cuenta, hay
muchas formas de fomentar la lectura por placer. Si ya lo hacemos y lo hacemos
con regularidad, enhorabuena, seguro estamos contribuyendo con la tarea de ser
y de dejar mejores personas en el mundo.
Si tiene alguna otra sugerencia
para fomentar la lectura. Se agradece que la comparta en forma de comentario,
seguramente más de uno la sabremos aprovechar.
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