domingo, 24 de agosto de 2025

La Magia de la Radio…

Mis recuerdos más antiguos con la radio se remontan a finales de los setentas; cuando era niño. Los domingos por la tarde, la rutina se repetía; Mis papás nos llevaban a mí y ocasionalmente alguno de mis hermanos (porque entre que se sentían grandes y que no cabíamos todos) a “dar la vuelta” de Ramos a Saltillo. El paseo por sí solo era emocionante, sabía que acabaríamos con una nieve o un globo en la alameda o la plaza de armas, pero el plus del paseo era escuchar “La hora de Cri-Crí” el grillito cantor. Hermoso programa radiofónico que transmitía los cuentos y canciones del incomparable Francisco Gabilondo Soler. Ahí los aprendí y todavía no los olvido.

También recuerdo de aquella época, que las personas mayores, escuchaban en la radio “Kalimán” y “El Ojo de Vidrio” que quizá por la edad que tenía, no llamaban tanto mi atención. Sin embargo recuerdo a mi papá, los fines de semana por la noche, sirviéndose una coca con mucho hielo y sintonizando la radio en la cocina de la casa, para escuchar las crónicas de peleas de box.

Otro recuerdo con la radio, ocurría diariamente en tiempos de escuela. Desde la primaria hasta la prepa, la XESJ se convirtió en la radiodifusora de compañía y referencia de todos los que salíamos temprano a la escuela o al trabajo. El canto de un gallo se escuchaba cada vez que iban a dar la hora y la temperatura y el entrañable locutor Don José “El Compadre” Medina, nos apuraba para que llegáramos temprano. ¡Cómo olvidarlo!

Con mayor edad, quizá en los noventas, supe que mi papá era aficionado a un programa radiofónico que transmitieron desde Cuba a mediados del siglo pasado, llamado “La Tremenda Corte” y que retransmitía cuarenta años después la misma XESJ. Me bastó escuchar dos o tres programas para volverme fanático de sus personajes y su estilo de comedia. Con los años me encargué de que mis hijos lo conocieran y hasta la fecha cuando los escuchamos nos siguen haciendo reír.

Luego; ya más grande, en Saltillo, tuve la oportunidad de conocer al señor Carlos Baena, actor de la época de oro del cine nacional, que por algunas circunstancias llegó a vivir a la capital de mi estado y me invitó junto con un grupo de actores, a participar en un proyecto de radio teatro. Lectura en voz alta de una obra de teatro que al mismo tiempo, era transmitida por la radio, desde una sala con escenario donde teníamos público en vivo.

Es decir, que el radio teatro, se parece a una radio novela, con la diferencia de que en el primero tienes público en vivo, y los capítulos no continúan, sino que cada uno empieza y termina con una trama única. Mientras que, en las radionovelas, la trama continua por varios capítulos y las grabaciones se hace en un estudio sin público y se pueden transmitir en vivo o editar previamente a la transmisión. Valga decir que “La Tremenda Corte” era un ejemplo de radio teatro, y “Kalimán” un ejemplo de radionovela.

Con este preámbulo se me removieron los recuerdos, y todo ello, sólo para contarles que recientemente fui invitado a hacer una audición para grabar una radionovela que se desarrolla en el corazón de Guanajuato en el siglo XVI, cuando la región brillaba por la explotación de sus minas. Una historia de fantasía y misterio producida por TV4, a quien agradezco profundamente la experiencia de haber participado en este proyecto.

El texto, la dirección, el equipo técnico y la participación de actrices y actores que prestamos nuestras voces, hacemos la magia para que la imaginación haga el resto. No se pierdan esta fantástica aventura y sientan el placer de engancharse con la historia de Joaquín el minero, nuestro protagonista, y a partir del tercer episodio, conozcan a Macario, el viejo sabio de la comunidad, a quien honrosamente me tocó interpretar. Espero que la disfruten como en aquellos tiempos… cuando las imágenes ocurrían en nuestra mente, sin competir con las pantallas, que despiadadamente acaparar nuestra atención.

Los episodios se podrán escuchar semanalmente, en diferentes plataformas de podcast, aquí les dejo la liga del primero de ellos:

https://open.spotify.com/episode/0hwk61GGURVjNoEMiTQT4Q?si=czv8iMXaRLe4lWClxYcRfA&context=spotify%3Ashow%3A3bTAPNEgd5lzgLFbwKUCxl&fbclid=IwY2xjawMYhL5leHRuA2FlbQIxMABicmlkETF5U3cyc093VVNRa2RjOHhVAR4hktWlDcSNCeVYGh3A1vV_pLNcN7vC8ZSlPUM3_qYhL6_qWI09LBqwj9_WLg_aem_gb6h9XhKEvqO2DKNvmRG9g&nd=1&dlsi=abbe3bb486d94840

 

 

domingo, 29 de junio de 2025

Una Mascota de Diez Años

 

Una mascota de 10 años

¿Tienes o estás pensando tener una mascota?

Lo recogimos de la calle hace 10 años. Tenía tres o cuatro años en ese momento y se convirtió en el guardián y timbre de la casa. Después de raparlo, bañarlo y desparasitarlo, resultó ser un schnauzer color pimienta, y aunque no era muy corpulento, era muy territorial y siempre estaba pendiente de quién pasaba por afuera o se acercaba a nuestra casa. Lo mismo daba si eran personas, vehículos o animales, el “Pip” como lo llamamos en honor a un personaje literario, no tenía reparo en armar un alboroto.

Cuando joven (el perro), me acompañaba en caminatas y salidas a correr, luego vi que no era práctico por su incontenible devaneo de orinar en todos lados. Nunca le supe quitar esa maña.

Con los años y siendo viejo (el perro), pasó de ser guardián, a una noble y fiel compañía.  Luego fue perdiendo la vista, el oído y en general la salud, hasta que llegó el momento en que decidimos dormirlo para siempre. Su calidad de vida se deterioró de tal forma que el mismo veterinario nos recomendó acelerar el final antes de que comenzara el sufrimiento. Sabíamos que era lo mejor para él y para todos.

Ahora pienso sobre la conveniencia de tener o no tener otra mascota. Recordé aquel viejo “test” que contesté para seleccionar al perro más adecuado para nuestro estilo de vida. (y donde justamente recomendaban la raza Schnauzer como una de las opciones) Si no lo han hecho y lo están pensando, háganlo.

Es un cuestionario donde defines el tiempo que estás dispuesto a pasar con tu mascota, el presupuesto que piensas invertir en su manutención y cuidados. Los hábitos del dueño y la familia, para ver el grado de compatibilidad que tendrían o no con ciertas razas. Por ejemplo, con relación al deporte, si existe algún hábito personal o familiar, conviene saber si el perro va a formar parte de dicha rutina o no. O cosas tan simples como los patrones de comportamiento en casa y en lugares públicos, y hasta la tendencia de comprar accesorios, ropa, juguetes, etc. todo lo relacionado al estilo de vida, que sin duda se verá afectado por el nuevo integrante. Alguna vez me cruzó por la mente la idea de tener un boxer. - ¿Tienes niños? – me preguntó un amigo – Si, tengo dos. - Pues con el boxer, haz de cuenta que tendrías tres.

El cuestionario me ayudó a ser consciente de lo que implica tener un perro en casa, organizar la agenda para dedicar un tiempo a estar con él, sacarlo a pasear, hacer ejercicio, hacernos responsable de sus visitas al veterinario, sus vacunas y por supuesto la limpieza de todas sus descargas. (Que yo no sé por qué hay tanta gente irresponsable y mañosa, que en lugares públicos, se hace de la vista gorda como si su perro fuera eléctrico y sólo produjera gases) El test sirvió para saber si en la dinámica familiar el perro encajaría bien o no, si viviría dentro de la casa o sólo en el patio, cómo impactaría en los gastos mensual y cómo habría que resolver su situación en casos especiales, como cuando la familia sale de viaje y debes decidir si llevarás a la mascota o quién lo cuidará durante ese tiempo.

Los años pasaron y por ahora nuestra mascota se volvió un recuerdo. Nosotros también hemos cambiado y la dinámica familiar con hijos grandes también se ha modificado. Pienso que, si volviera a contestar el “test”, el resultado me recomendaría comprar un perro de peluche. La paciencia para atender a un perro como se merece, siento que la he perdido, además cuando era niño aprendí que en las casas se pueden tener “o patas o matas” y por ahora prefiero las matas (macetas y plantas). Y como sigo sintiendo un gran respeto y cariño por los animales, no sería capaz de tener uno si no fuera con los cuidados que se merece.

Lo pensaré algún tiempo, quizá cambie de opinión, pero por ahora así estamos bien. Me conformo con los pájaros que llegan a las plantas y al comedero de semillas. En casa los perros siempre han vivido y convivido en el exterior. No entran en las habitaciones, no se suben a los muebles, ni mucho menos a las camas. No usan ropa, ni zapatos especiales para perros. Estoy a favor de quererlos, de cuidarlos y por supuesto de hacerme responsable de ellos, pero esa tendencia de algunas personas de darles trato como pretendiendo humanizarlos, eso sí que no. Los animales me gustan con su instinto natural. Quizá algún día vuelva a tener otra mascota.  Pienso que la convivencia entre humanos y animales nos hace bien a ambos, querernos y respetarnos es estar en paz con la naturaleza, esa que pocas veces se equivoca y de la cual todos finalmente somos parte.

viernes, 27 de junio de 2025

Manos de Papá

 MANOS DE PAPÁ


Ya sé por qué no te extraño,

y es simple, no te has marchado. 


Pensaba que con la muerte tu historia habría terminado,

y te volverías recuerdo, que el tiempo iría esfumando.


Pero te quedaste Inmerso, como escondido, jugando

y te fui reconociendo, y te fuiste rebelando,

en mis maneras de ser y mi modo de ir andando.

Y hace tiempo descubrí, que te metiste en mis manos.

Juraría que son las tuyas, que me siguen apoyando.


Su color, sus vellos, manchas; 

las que todos conocemos que aparece con la edad, 

y esa piel que pareciera, que ya no se ha de llenar. 


Manos que cuentan historias

porque al igual que las tuyas manejaron sin cesar, 

muchas horas al volante, muchos años trabajar.

muchas palmas estrechadas, mucha gente saludar, 

alguna que otra mentada y en las noches persignar. 


Las mismas, que pocas veces un golpe hubieron de dar, 

o un manotazo en la mesa, o el índice levantar.

Y otras veces con caricias ayudaron a sanar 

heridas y moretones que sufrimos al andar,

y en los momentos más duros, una lágrima enjugar. 

 

Y por eso no te extraño, 

porque estás dentro de mí, 

pues tan solo ver mis manos, 

me hace acordarme de ti.